De ganar 10 millones de libras (unos 200 millones de pesos argentinos) a terminar trabajando como basurero. La increíble historia de Mickey Carroll.
El dinero no da la felicidad, y hoy lo verificarás con un ejemplo. Y es que en manos de quien no sabe controlarse puede hacer perder la cabeza a cualquiera, precipitándose hacia una espiral de autodestrucción.
La historia de Mickey Carroll es como la de tantos otros jóvenes que llegaron a ser millonarios por sorpresa. Una crónica de excesos, sexo y drogas que casi acaba con su vida.
En el año 2002, y con solo 19 años de edad, Mickey Carroll ganó el primer premio de la Lotería Nacional Británica. Por aquel entonces no era nadie, pero los 10 millones de libras que había ganado le daban la oportunidad de cambiar de vida.
Y vaya si cambió. Mickey dejó su trabajo mal pagado y se entregó por completo al lujo y los excesos.
Compró una casa, camiones de champán, kilos de oro en joyas y la compañía de amigos de interés y travestis. Fue el gran Gatsby de de su ciudad durante un par de años, pero poco a poco fue dilapidando su fortuna.
Fue entonces cuando emprendió varios negocios de compañía para reflotar sus finanzas. Invirtió sus últimos ahorros en lotería para tentar a la suerte por segunda vez.
Pero nada de eso funcionó. Sin dinero, su casa pronto fue convirtiéndose en un vertedero. De hecho, tuvo que desguazarla por partes para vender lo que podía.
Hace un par de años, terminó malvendiendo la propiedad completa por 100.000 libras, 700.000 libras menos de lo que pagó por ella.
Claro que en su actual estado no vale ni eso. Está en ruinas y el jardín es un desguace.
Antes de abandonar la propiedad, Lotoham, como así lo llaman los periódicos, decidió dar su última fiesta. Una sórdida fiesta en su jardín, acompañado de amigos y travestis.
Tras vender la casa, Mickey pagó sus deudas y buscó un trabajo como basurero.
Fuente: http://lavozdelmuro.net/de-ganar-10-millones-de-libras-a-terminar-trabajando-como-barrendero/