El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, interpretó como «algo bueno» que la Justicia investigue casos de corrupción, y expresó su deseo de que este «cambio» sea una acción «sustentable», y no una «reacción» frente al cambio de gobierno o a determinadas propuestas impulsadas por el gobierno nacional, que indique que «han cesado las presiones y que la Justicia puede empezar a funcionar con más libertad e independencia». «Esperemos que no sea una reacción sino un cambio. Sin entrar en los expedientes, creo que en definitiva es algo bueno, y esperamos que sea algo sustentable y no una reacción frente al cambio de gobierno, o incluso ante determinadas propuestas que este gobierno ha impulsado, como modernizar la Justicia, o frente a que han cesado las presiones y la Justicia puede empezar a funcionar con más libertad e independencia», dijo Garavano en declaraciones formuladas esta mañana a radio Continental. El funcionario agregó que «ese es el ambiente» que el gobierno quiere «recrear», en el que la Justicia «no esté en el centro de la agenda, sino que funcione con normalidad y previsibilidad, y que cada uno sepa que si uno comete un delito va a tener una respuesta penal en algún momento», aunque reconoció que «los cambios llevan tiempo» y no será algo que se vea «de un día para el otro». Respecto a la presentación que hizo ante la Cámara de Diputados sobre la reforma judicial que el gobierno impulsa, Garavano afirmó que era «optimista» al «largo plazo», y que más allá de las «discusiones puntuales», se debería «lograr un consenso». Sin embargo, lamentó que los diputados kirchneristas hayan llevado la discusión al plano de la Procuración General de la Nación, en vez de «mirar a largo plazo». En referencia al planteo de diputados kirchneristas, Garavano señaló que para poner en marcha el sistema acusatorio era necesario un Ministerio Público «con más controles y contrapesos y que no acumule poder», porque ese sistema hacia el que Argentina se dirige requiere «más independencia» para los fiscales, algo que en este momento, con la actual estructura, no se da porque hoy el organismo tiene «una cabeza donde acumula un montón de poder». «Tenemos un Ministerio Público donde la cabeza acumula un montón de poder, a través de modificaciones de la ley orgánica, para tratar de tener allí un lugar de protección, o eventualmente de ataque a opositores», consignó el funcionario, y añadió que «en el sistema acusatorio la Procuración es decisiva a la hora de impulsar los procesos penales». Asimismo, consideró que el acusatorio es el «mejor sistema porque permite investigar la criminalidad de modo más integral, unificar esfuerzos, y unificar políticas criminales», pero siempre en «el marco de una organización bien diseñada y no con acumulación de poder en su cabeza». Garavano también fue consultado sobre la imputación que la Justicia le hizo a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa que investiga las operaciones de dólar futuro, y negó que exista una persecución a su persona. «No es así de ninguna manera, al contrario. Lejos está el gobierno de ser el impulsor de este proceso. Ojalá sea un proceso realmente de cambio y no una reacción circunstancial frente a un contexto social o al impulso de determinadas medidas del gobierno», afirmó.
Garavano, sobre las causas por corrupción: «Esperamos que no sea una reacción al cambio de gobierno»
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