Las nuevas tecnologías han servido para unir a muchas personas pero también para separar a muchas más. Ya no hace falta decirle a alguien que la relación se ha terminado, con no contestar sus mensajes y borrarla de las redes sociales parece ser suficiente para algunos. Esta práctica, cada vez más extendida, tiene nombre: ghosting (hacerse el fantasma en inglés). Cortar la comunicación para poner fin a una relación no es algo que se ha inventado ahora, pero sí es un fenómeno que se ha extendido en los últimos años. Según expertos en psicología, citados por la ‘ BBC’, esta práctica tiene consecuencias negativas tanto para quién lo hace y quién lo sufre. Por un lado, la persona que ha sido dejada sufra la fase de duelo. En ella comienza a pensar qué ha podido hacer mal para llegar a esta situación. En cuanto a la persona que pone en práctica el ghosting, esta también puede sentirse culpable y con remordimientos por haber actuado de una manera tan brusca. Según una encuesta recogida de YouGov, el 11% de los preguntados habían hecho ghosting a alguien, y el 13% decía haber sido víctima. Otro estudio, en este caso de la revista ‘Elle’, un 26% de las mujeres un 33% de hombres afirmaron haber sufrido y puesto en práctica esto. Los expertos aseguran que el ghosting se produce porque la persona en cuestión quiere evitar el conflicto porque se siente incómoda con la reacción que su pareja pueda tener. Además, esto puede llevar a que se acentúen inseguridades a la hora de tener una relación.
Ghosting: nueva forma de finalizar una relación
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