El conocido colesterol LDL -conocido como colesterol «malo»- afecta cada vez más a la población adulta mundial por mala alimentación, falta de ejercicio diario, entre otros malos hábitos que hacen que la grasa de las células se deposite en las paredes de las arterias, lo que puede provocar obstrucciones sanguíneas que impiden el flujo normal de sangre que va al corazón, ataques cerebrovasculares e infartos. El mismo es tratado con estrictas dietas, rutinas deportivas y estatinas. El problema es que un 10% de los afectados no responde a esa terapia habitual, por lo que EEUU comenzó hace años la búsqueda de una nueva alternativa que ya fue aprobada esta semana: el Alirocumab que permitirá disminuir los niveles de LDL altos (más de 130) y por consecuente, los riesgos de los pacientes.
La nueva droga, llamada Alirocumab pero comercialzada como Praluent, fue aprobada el viernes pasado por la Food and Drug Administration (FDA). Fue principalmente pensada para personas con colesterol alto hereditario y con enfermedad cardiovascular ateroesclerótica. «Hay personas que, de nacimiento tienen muy pocos receptores en el hígado para reducir el colesterol ‘malo’. Como las estatinas se usan para que esos receptores que bajan el colesterol LDL funcionen mejor, en ellos ese tratamiento no es efectivo. En este grupo, la nueva droga mostró una reducción del LDL notable, de hasta un 60%», explicó en declaraciones al diario Clarín Ricardo Rey, jefe del Servicio de Prevención Cardiovascular del Instituto Cardiovascular de Bs. As. (ICBA). «En el otro grupo están los pacientes con colesterol elevado que ya han tenido problemas cardíacos (infarto, by pass coronario, angioplastía) que usando estatinas no llegan al nivel óptimo de LDL», añadió.
La droga estuvo en manos del laboratorio francés Sanofi y el estadounidense Regeneron y se venderá en una lapicera de dosis única o en una jeringa para que el paciente se la coloque cada dos semanas. «La investigación se centró en quienes no toleran las altas dosis de estatinas o directamente ninguna dosis. En esa población no había mucho que pudiéramos hacer para lograr el objetivo de reducir el colesterol y evitar los riesgos», contó Ricardo Iglesias, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología.
«Además de significar una luz en el camino para los pacientes que no contaban con demasiadas herramientas terapéuticas para tratarse, también es revolucionario que se sume un nuevo mecanismo de acción», agregó. Así funciona, según explicó la FDA en un comunicado: «Se trata de un anticuerpo cuyo blanco es una proteína específica llamada PCSK9, que funciona reduciendo la cantidad de receptores en el hígado que eliminan el colesterol LDL de la sangre. Al bloquear la función de estas proteínas, hay mayor cantidad de receptores disponibles para deshacerse del colesterol LDL».
Mientras que en EEUU y Europa se comercializará pronto, la droga llegará a Argentina en uno o dos años porque es lo que puede demorar su aprobación en la ANMAT, lo que implica que muchos pacientes de riesgo en el país podrían fallecer por ataques cerebrovasculares e infartos por no tener acceso a la nueva droga que reduce en un 60% los niveles altos de LDL.
Claro ejemplo de lo anterior es el caso de Katherine Wilemon (39), una de las pacientes que usó el alicorumab en las pruebas previas a su aprobación. La misma redujo el colesterol de 167 a menos de 50. «Esta droga representa una nueva era de esperanza», dijo.
En Argentina, la situación se agrava: 3 de cada 10 personas tiene el LDL elevado. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en 2013, el 29,8% de la población mayor de 18 años tiene el colesterol malo alto. De acuerdo a lo explicado por médicos cardiólogos, el sedentarismo, la mala alimentación (consumo de frituras, medialunas, chocolate, dulces varios, grasas, snacks) y el sobrepeso. Fuente > infobae.com