El juez de Nueva York, Thomas Griesa, condicionó hoy el levantamiento de las trabas que le impiden a la Argentina el pago de su deuda reestructurada a que el país derogue las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y a que se cumplan con los acuerdos que se alcancen con holdouts hasta el 29 de febrero.
Así lo informaron agencias internacionales, que dieron cuenta de la decisión del magistrado, quien hoy recibió los fundamentos de la Argentina sobre la solicitud de que Griesa remueva el congelamiento de fondos que mantiene al país en default selectivo.
En una conclusión de dos puntos, en el primero de ellos Griesa señaló que la Argentina debe derogar «todos los obstáculos legislativos» y apuntó a las leyes Cerrojo y de Pago Soberano.
Luego impone que el país debe cumplir con los acuerdos que se alcancen con holdouts hasta el 29 de febrero. Hasta el momento se dieron a conocer acuerdos con tres grupos de acreedores por una cifra de unos 1.200 millones de dólares.
En cambio, los más fuertes, NML Capital y Aurelius, mantienen el rechazo a la oferta de la Argentina.
La propuesta consta de un pago de aproximadamente el 65 por ciento de las demandas. La decisión de Griesa traslada la responsabilidad a la Argentina y en especial al Congreso de la Nación que deberá abocarse a tratar el pedido del magistrado de derogar dos leyes que fueron íconos de la discusión por la reestructuración de la deuda.
El jueves 11 de febrero la Argentina le había solicitado a Griesa que deje sin efecto sus órdenes de congelamiento de fondos para comenzar a normalizar su situación financiera.
El juez le dio curso al pedido y le pidió a los holdouts que fundamenten su oposición a esa medida. Los acreedores presentaron el jueves su escrito y hoy Argentina defendió su requerimiento.
En ese paper el país sostuvo que solicitó el stay dado que necesita volver a los mercados de capitales.
DyN.