En la intimidad de la quinta de Olivos, adonde cumple con su cuarentena obligatoria, Alberto Fernández explicó que tiene en cuenta dos probabilidades científicas y una definición ética para enfrentar a la pandemia que arrasa al planeta: el pico de coronavirus será en mayo, el 70 por ciento de los posibles contagiados viven en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, y la batalla sanitaria “incluye a todos sin distinción de color político”.
Las probabilidades científicas mencionadas en Olivos implican que el Presidente está montando un dispositivo sanitario que es inédito para la Argentina. Alberto Fernández tiene un mapa con las zonas probables de impacto de la pandemia, sabe cuántas camas necesita para principios de mayo, que cantidad de reactivos (para los test) tiene que estoquear y el número probable de respiradores que debería sumar para dar asistencia a los contagiados más graves durante el pico de la pandemia.
“Necesito 1.300 respiradores más a los que ya calculamos a tener para fines de abril”, reveló anoche el presidente en Olivos.
-¿Ese es número de respiradores es probable?-, le preguntaron al jefe de Estado.
-Sí. Entre las compras y las donaciones creo que llegamos.