Gustavo Rivas, más conocido como “El Chacal de Gualeguaychú”, es un abogado que fue miembro de las comisiones directivas de algunos clubes deportivos de la ciudad entrerriana. Aprovechándose de sus cargos, convocaba a chicos de barrios humildes a su casa y, una vez allí, abusaba de ellos. Ocho de los 200 adolescentes que se estima fueron abusados por Rivas, que residían en los barrios del club Tigre, La Cuchilla o el Polideportivo, levantaron la denuncia pertinente y se animaron a recordar los escabrosos encuentros que mantenían con Rivas. Mientras tanto, otros que ya son padres de familia, se rehusan a confesar que fueron violados por él, por temor a que los “apunten con el dedo”. “Era martes y jueves. Algunos chicos iban también los sábados. Nos hacía bañar. Después había que dejar que nos hiciera sexo oral”, recordó una de las víctimas que actualmente tiene 40 años. Y agregó: “Íbamos a eso de las 2 de la tarde, antes de la práctica de fútbol. Nos quedaba de paso. Rivas siempre nos hacía bañar primero. Nosotros no teníamos una ducha caliente en nuestra casa. Nos bañábamos tirándonos un poco de agua fría en un tarro. Y estar en un baño como el del doctor era soñado”. Además, contó las atenciones que el abogado tenía con ellos: “Comíamos guiso en casa, y él nos daba peceto al horno (…) Nos hacía sexo oral, nos daba plata, zapatillas o ropa y nos íbamos contentos”. Asimismo, participaban de escenas sexuales que a la noche observaban los jóvenes de clase media y clase media alta que eran citados a la noche por “El Chacal de Gualeguaychú”. Muchos de ellos eran hijos del resto de los integrantes de las comisiones de las que formaba parte el abogado que, según se asegura en la causa, actualmente “está cercado”.
Hacía bañar a chicos de la calle antes de abusarlos
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