Durante una entrevista radial, Highton de Nolasco destacó que el procedimiento de elección de los magistrados es el sistema previsto por el decreto 222 «y no por un decreto de necesidad y urgencia» y, en el marco del día internacional de la Mujer, aprovechó para reconocer que sería importante que más mujeres integraran la Corte. «Creo que es importante (que haya más mujeres en la Corte), pero no quiero perjudicar a los candidatos que son adecuados y correctos. Hubiera preferido que sea otra mujer, pero no es una cuestión de vida o muerte», consignó la única mujer que actualmente integra la Corte Suprema de Justicia. Sobre los casos de violencia de género, admitió que la Justicia no otorga «una protección full, una protección ciento por ciento a las víctimas, porque cuando alguien quiere introducirse en la vida del otro, sobre todo conociendo las costumbres y horarios, no es fácil». Los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz fueron presentados tras la controversia desatada por el nombramiento en comisión de ambos, días después de la asunción presidencial, y la designación está actualmente en debate en la comisión de Acuerdos del Senado, en plena etapa de entrevistas a los candidatos. Rosatti defendió su nombramiento durante más de seis horas en una audiencia pública prevista por el propio reglamento de la Cámara que se llevó a cabo el jueves último y explicó que la designación por decreto «es un proceso utilizado para salir de una coyuntura difícil porque no es una situación normal tener tres miembros sobre cinco (en el máximo tribunal), ya que si hay disidencias no sale un fallo». Este jueves será el turno de la defensa de Rosenkrantz, que expondrá ante la misma comisión donde deberá defender su pliego y responder preguntas de los legisladores y de asociaciones civiles sobre temas diversos. Respecto de la integración de una jueza mujer a la Corte, también se manifestó la presidenta de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, Susana Medina de Rizzo, quien consideró que no incorporar una mujer a la Corte Suprema de Justicia «sería retroceder». Además, en diálogo con radio Vórterix, la magistrada criticó que en «la conformación del Poder Judicial, en las estructuras y en la pirámide de todos los poderes judiciales y en la Corte misma, hay mayoría de hombres». «Necesitamos una mujer más en la Corte para continuar el trabajo de Carmen Argibay y acompañar el de Elena Highton de Nolasco», sostuvo Rizzo, que también es jueza del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, y resaltó que hay que trabajar «para incorporar la perspectiva de género no solo en el Poder Judicial sino en todos los sectores de la sociedad». En ese marco, la concejala de Tigre por el Frente Renovador, Malena Galmarini, quien impulsa una campaña para incorporar una mujer al máximo tribunal, destacó en una columna por el día de la Mujer en el diario La Nación que «no hay justicia para las mujeres si no hay mujeres en la Justicia». Galmarini recordó la campaña de recolección de firmas que impulsó «para que una mujer integre uno de los cargos vacantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación» asegurando que esa iniciativa «no cuestiona la idoneidad de los dos jueces propuestos por el Presidente». Las vacantes en la Corte Suprema de Justicia se generaron tras las muertes de Enrique Petrachi y Carmen María Argibay y las renuncias de Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt. En la actualidad, la Corte está integrada por tres miembros: Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti (presidente del máximo tribunal) y Juan Carlos Maqueda.
Highton reclamó más mujeres en la Corte y avaló a Rosatti y Rosenkrantz
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