Homenaje en Washington a víctimas de la dictadura

El encuentro, convocado por la embajadora Cecilia Nahón, contó con la presencia de su par estadounidense en Buenos Aires, Noah Mamet; así como del subsecretario adjunto para América del Sur y Cuba del Departamento de Estado, Alex Lee; entre otros funcionarios del gobierno norteamericano, diplomáticos y representantes de organizaciones civiles. Además del descubrimiento de una placa conmemorativa a las víctimas de la dictadura cívico-militar iniciada en Argentina el 24 de marzo de 1976, que fue colgada en uno de los salones ubicados en el primer piso de la sede diplomática en Washington, Nahón hizo a su vez entrega de distinciones a referentes de la comunidad local que contribuyeron a la lucha por los derechos humanos en Argentina. Al brindar las palabras de bienvenida, la embajadora mencionó que desde que el 10 de diciembre de 1983 “un presidente electo democráticamente volvió a gobernar nuestro país, y hasta la actualidad, Argentina construyó y consolidó su proceso democrático para que los hechos que la dictadura militar no se repitan nunca más”. “A partir de 2003 tuvo lugar un cambio histórico en Argentina, en lo político, lo económico y también en materia de derechos humanos, convirtiendo la defensa de los derechos humanos basados en los pilares históricos de Memoria, Verdad y Justicia, en una verdadera política de Estado”, agregó Nahón mencionando las “cientos de causas judiciales en todo el país” que fueron reabiertas desde 2005 y que hasta el momento produjeron más de 400 condenas por crímenes de lesa humanidad. Por su parte, el panel estuvo integrado por el relator Especial de las Naciones Unidas sobre Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos y Degradantes, Juan Méndez; que habló sobre el aporte e Argentina al desarrollo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, mientras que el analista a cargo de Argentina del Archivo de Seguridad Nacional, Universidad George Washington, Carlos Osorio, compartió su experiencia en lo que hace a las labores de desclasificación de miles de archivos pertenecientes a la época de la dictadura militar y su uso como evidencia en los juicios en Argentina. Asimismo, estuvo presente también Catalina de Sanctis Ovando, que en nombre de las Abuelas de Plaza de Mayo, contó ante los presentes su experiencia de vida que la llevó a recuperar su identidad en septiembre 2008, con sus apropiadores condenados por la justicia. De Sanctis Ovando junto con Nahón, descubrieron luego la placa conmemorativa a las víctimas de la última dictadura, para dar lugar a la entrega de distinciones a cinco referentes de los derechos humanos en Washington: Jo Marie Griesgraber que, luego de su visita a Buenos Aires en 1977 como miembro de la organización WOLA (Oficina en Washington para América Latina), trabajó para difundir la situación en Argentina y colaboró para lograr la visita a nuestro país de la misión de la CIDH en 1979. Tom Farer, recibió a su vez la distinción por participar como funcionario de la CIDH en la misión de 1979, regresando luego en 1985 para declarar como testigo durante el juicio a las Juntas; mientras que Carlos Osorio, a cargo de Argentina del Archivo de Seguridad Nacional, Universidad George Washington, fue reconocido por la contribución realizada con el análisis y ordenamiento del material desclasificado por el Departamento de Estado en 2002. Fueron distinguidos también Robert Goldman, titular de la CIDH en 1999, por su contribución al avance de casos relacionados con Argentina; y Franklin Allen “Tex” Harris, primer diplomático estadounidense encargado de la entonces recién creada área de Derechos Humanos de la embajada en Buenos Aires, reconocido por haber recolectado testimonios de familiares de desaparecidos e informar al Departamento de Estado, contribuyendo así a dar conocimiento de la situación de aquel momento en Argentina.