«Los factores de la depresión estacional convergen en el Blue Monday y las preocupaciones adicionales hacen que el de 2017 sea aún más deprimente que en los años anteriores», sostiene Arnal, citado por el diario The Telegraph.
Los factores extra se deben a la incertidumbre y los temores sobre Donald Trump y el Brexit, explica. El científico también señaló que la gente está preocupada por la muerte de muchas personas famosas, lo que «les recuerda sobre su propia mortalidad».
El frío y las precipitaciones, así como la necesidad de pagar impuestos y el deterioro del estado de ánimo después de las vacaciones navideñas son los aspectos principales que contribuyen a la mala fama del Blue Monday, calculado a través de la fórmula [W+(D-d)]xTQ/MxNA, que se basa en factores como el tiempo (W), la deuda (D), el sueldo mensual (d), el tiempo transcurrido desde Navidad (T), el tiempo transcurrido desde que alguien trata de abandonar un mal hábito (Q), los bajos niveles de motivación (M) y la necesidad de actuar (NA).
Sin embargo, aún es temprano para prepararse para lo peor. El neurocientífico Dean Burnett, de la Universidad de Cardiff, criticó la teoría en 2012 en su artículo en The Guardian y calificó la ecuación de «pseudociencia». La misma fue difundida por los medios como si fuera ciencia verdadera y según él «perjudica el entendimiento público de la ciencia y la psicología».
Además, Arnal desarrolló la fórmula en el marco de una campaña comercial para la compañía de viajes Sky Travel y admitió que se trata más bien de una «profecía autocumplida el hecho de que el Blue Monday sea el día más depresivo del año».
«Aliento a la gente a que refute la noción de la existencia de un día más depresivo y que utilicen este día como un trampolín para cosas que realmente importan en la vida», declaró Arnal.