El huracán María, «potencialmente catastrófico», se dirige hacia Guadalupe con categoría 4 tras haber devastado Dominica y se prevé que golpee las islas Vírgenes y Puerto Rico entre este martes por la noche y el miércoles. Los habitantes de Dominica perdieron «todo lo que el dinero puede comprar y reemplazar», afirmó el martes Roosevelt Skerrit, primer ministro de esta isla del Caribe. «El viento arrasó los techos de la vivienda de casi todas las personas con las que hablé o contacté de otra manera. El techo de mi propia residencia oficial fue uno de los primeros en volar», señaló en Facebook pidiendo «ayuda de todo tipo». Primeras Imágenes del Huracán Maria a su paso por la Isla de Dominica#19Sep pic.twitter.com/MXWKakS7PE — JORGE GALINDO (@galindojorgemij) 19 de septiembre de 2017 La región, devastada hace unos diez días por el huracán Irma, está en estado de alerta por el paso de María que en menos de 24 horas pasó de tormenta tropical a huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson para volver a categoría 4, según el último parte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense. «María se convierte en un huracán de categoría cinco potencialmente catastrófico», advirtió este centro con base en Miami en un boletín de las 00H00 GMT del martes, una hora y quince minutos antes de que sus ráfagas de hasta 260 km/h comenzaran a azotar Dominica. Los casi 73.000 habitantes de esta isla dieron cuenta en las redes sociales de árboles y postes eléctricos caídos, fuertes lluvias, vientos huracanados e inundaciones. Antes de Dominica el ojo del ciclón pasó a unos 50 km de la costa norte de Martinica y privó de electricidad a unos 33.000 hogares, pero no causó daños significativos, según la prefectura. Según el último parte del NHC, «el ojo de María se moverá hacia el noreste del Mar Caribe hoy, aproximándose a las Islas Vírgenes y Puerto Rico esta noche y el miércoles». Las mediciones del NHC dan cuenta de vientos sostenidos de 250 km/h que amenazan las Antillas francesas, Guadalupe, así como San Cristóbal y Nieves y Montserrat (Reino Unido). Guadalupe, Santa Lucía y las islas Vírgenes británicas y estadounidenses están en alerta y las autoridades de República Dominicana ordenaron el desalojo preventivo en zonas vulnerables. «Los ciclones siempre dan un poco de miedo, aunque cuando se vivió Hugo (huracán que dejó una decena de muertos y 30.000 damnificados en Guadalupe en 1989, NDLR) nada puede ser peor», dijo a la AFP Eric, de unos 40 años, habitante de Gosier en Guadalupe. Raissa, de 23 años, obligada a dejar su domicilio en Concordia, en la isla de San Martín, devastada por Irma, está alojada con una decena de familiares en un club de vacaciones en Guadalupe a la espera ahora de que llegue María. Reconoce estar «un poco nerviosa, un poco mucho» ante este nuevo huracán. «La última vez no estábamos lo suficientemente preparados por eso ahora hemos almacenado agua, comida, y preparamos nuestro equipaje por si nos tenemos que ir», explica Raissa. Este nuevo huracán debe pasar al sur de las costas de San Martín y San Bartolomé, ambas destrozadas por Irma, según el ministerio de Defensa holandés. Irma dejó alrededor de 40 muertos en el Caribe antes de golpear Florida, donde murieron al menos 50 personas. Los gobiernos de Francia, Reino Unido y Holanda, criticados por no haber desplegado más medios antes y después del paso de Irma, se han movilizado. Francia anunció el envío de 110 militares a Guadalupe y recordó que «unos 3.000» refuerzos ya están en la isla. Pero el ministro de Interior, Gerard Collomb, reconoció que tendrían «dificultades importantes» si el huracán se abate con fuerza ya que Guadalupe es «el centro logístico» que permite alimentar San Martín y organizar las rotaciones aéreas. Tras el paso de Irma, el caos se apoderó de varias islas donde se registraron numerosos saqueos ante la respuesta tardía de las autoridades.
Huracán María alcanzó categoría 5 y devastó Dominica
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