Las escena es tan impactante como increíble: corría el segundo round de la pelea por el título de los pesos medios de la UFC cuando el brasileño Anderson Silva se quebró la tibia tras pegar una patada a Chris Weidman aunque, asombrosamente, pareció no darse cuenta hasta que quiso apoyar el pie en el piso del octágono.
La lesión fue tal que Silva, uno de los luchadores más prestigiosos de las artes marciales mixtas, se vería obligado a retirarse de la UFC, empresa en la que debutó en junio de 2006 y de la que fue el campeón con más defensas de su título del peso medio, con 10, luego de 16 victorias consecutivas.
Las cámaras captaron el momento justo de la lesión del brasileño luego de chocar con la rodilla de Weidman y así el árbitro dio por terminada la batalla que tuvo como ganador al norteamericano por nocaut técnico y, así, retuvo el título de los pesos medios de la UFC.
De esta forma, el estadounidense consiguió su primera defensa en el famoso MGM de Las Vegas.
La última pelea del año, y una de las revanchas más esperadas de los últimos meses, tuvo un tráfico final que probablemente signifique el fin de la carrera del brasileño, uno de los principales referentes de la UFC.