Chau Hoi-leung, se sentía «presionado» por sus padres. El hombre de 30 años estaba harto de que le dijesen que buscase trabajo porque no ya no querían mantenerlo. Para escapar del estrés, Chau invitó a sus padres a cenar, ahí los asesinó y los cocino, informó el Daily Mirror.
Con ayuda de un cómplice, el hombre acusó a sus progenitores de «abandonarlo». Después los apuñaló, los descuartizó y los cocinó con arroz. Chau planeó todo por tres meses, comprando cuchillos y refrigeradores para guardar los cuerpos. También compró un microondas y una olla para cocinar arroz.
Unos días después del crimen, la policía comenzó a investigar la desaparición de los padres de Hoi-leung. Los detectives descubrieron sus cabezas en el refrigerador. Todavía existían señas de sangre en el piso. Las partes que no estaban congeladas estaban condimentadas y empacadas en loncheras.
El asesino solo dijo que estaba fuera de sí cuando lo hizo, porque fue emocionalmente abandonado por ellos. Fue declarado culpable al alegar esto y los fiscales quieren la pena máxima para él.