Involucran videntes en la búsqueda del submarino ARA San Juan
Hace ya 73 días que no se sabe nada del submarino ARA San Juan. Dos videntes, un hombre y una mujer, a los que los mismos familiares recurrieron, los acompañan de cerca desde hace ya varias semanas. Uno de los psíquicos estuvo el jueves en la Base Naval de Mar del Plata, mientras que el otro se embarcó en la corbeta ARA Robinson, que el domingo pasado partió hacia la zona de búsqueda. El jueves el ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad, se reunió con familiares de los submarinistas en la ciudad balnearia, a los que volvió a ver cara a cara por segunda vez desde la desaparición del submarino. Tras el encuentro algunos de los que participaron del intercambio se acercaron hasta la puerta de la base para dialogar con la prensa, entre ellos, mezclado entre la multitud, con lentes oscuros, sosteniendo en su mano un cartón de jugo que llevaba dentro de una bolsa de nailon, observando la escena, estuvo «Alejandro», uno de los videntes. El mismo jueves de la visita de Aguad trascendió la noticia de que a pedido de las familias una vidente había abordado junto con tres parientes de los tripulantes la corbeta ARA Robinson, que zarpó el domingo desde la Base Naval Puerto Belgrano y que llegó cuatro días más tarde al área de operaciones. En el parte de prensa del miércoles del Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento (COAA), se había comunicado: «La unidad naval lleva a bordo a familiares de algunos de los tripulantes del submarino, quienes podrán ver cómo se trabaja en el lugar de la búsqueda, despejar todas sus dudas y a su regreso transmitirlo al resto de los allegados a los marinos». Si bien no se hizo mención a la presencia de la psíquica, el dato fue confirmado horas más tarde por las mismas familias. «Es una cuestión espiritual», expresaba al respecto Marcela Moyano, esposa del maquinista del San Juan Hernán Rodríguez, al ser consultada en la puerta de la base militar acerca de la decisión. Mientras que en esa misma línea Claudio Rodríguez, hermano del tripulante, agregaba: «No hay estrategia que se pueda descartar para la búsqueda, ni para poder encontrarlos». Según pudo saber Infobae esta persona, de nombre «Marisel», pidió expresamente estar entre los que viajaran en la corbeta Robinson ya que dijo ser capaz de marcar el lugar exacto en el que se encontraba el submarino desaparecido. Además la mujer se habría presentado como «quien marcó el punto en el que estaba Santiago Maldonado» en octubre pasado. El otro vidente que acompaña a los familiares desde hace más de un mes y que el jueves estuvo en la Base Naval de Mar del Plata es «Alejandro». Oriundo de Tandil fue contactado en primera instancia por los familiares de Ramiro Arjona, tripulante del buque desaparecido, de 32 años, nacido en la localidad de Campo Quijano, Salta, aunque desde hace más de 10 años vive en la ciudad de Mar del Plata junto a su esposa y sus dos hijos. «Si le cuento no me va a creer, pero mi nuera viajó espiritualmente, llegó hasta el ARA y vio a mi hijo. Lo agarró, hablaron», le dijo en diciembre pasado Faustino Arjona , papá de Ramiro, a un medio salteño que lo consultó por los supuestos poderes de «Alejandro», quien usaba «el hipnotismo» para contactarlos con su ser querido. En aquella oportunidad inclusive, tras varios días de insistencia, lograron tener una reunión con el capitán Gabriel Actis, en la que el vidente señaló en un mapa el punto exacto en el que debía buscarse la embarcación y agregó que estaba «a 700 metros de profundidad». al fue la insistencia de la familia Arjona que finalmente se habría ido hasta el lugar indicado por esta persona, pese a que estaba 20 millas por fuera del área de búsqueda. Una vez en ese punto el robot habría bajado dos veces, pero no encontró nada. Infobae supo que hasta la semana pasada el psíquico aseguraba que los tripulantes estaban todos con vida, sin embargo en los últimas días había comenzado a decir otra cosa. «Dijo que había seis que estaban en coma y que el resto había ido muriendo»,