Las Fuerzas Aéreas chinas mostraron hoy, tras cuatro años de secretismo, el caza furtivo de quinta generación J-20, su modelo más avanzado de avión invisible al radar, en la inauguración de la XI Feria Internacional de la Aviación de Zhuhai (sur de China).
Dos cazas J-20 (abreviatura de la palabra china «jian», «destructor») pasaron en vuelo rasante junto al recinto ferial ante miles de espectadores, entre ellos numerosos dignatarios y representantes militares de todo el mundo, que acuden a Zhuhai para conocer las últimas novedades en armamento aéreo de China.
El J-20, segundo caza furtivo de quinta generación que desarrolla China, realizó su vuelo inaugural el 11 de enero de 2011, a modo de desafío durante la visita al país asiático del entonces secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, pero hasta ahora no había sido visto públicamente.
Los expertos comparan el nuevo caza chino con el Lockheed Martin F-22 Raptor, uno de los aviones furtivos más avanzados de la Fuerza Aérea estadounidense.
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El otro avión furtivo chino, el J-31, se asemeja al F-35 norteamericano, y fue mostrado públicamente en la anterior edición de la feria bienal de Zhuhai, en 2014.
Según los analistas de la industria, el hecho de que se mostrara antes en público, unido a su menor potencia, parecen indicar que el J-31 fue diseñado con miras a la exportación, mientras que el J-20, de mayor tamaño, se ha desarrollado casi exclusivamente para que las fuerzas chinas tengan un caza capaz de hacer frente a los de Rusia o EE.UU.
El ejército chino espera que este caza entre en servicio a partir del año que viene y es la culminación de un programa de desarrollo de la tecnología invisible al radar («stealth») que el gigante asiático inició a principios de la década de los 90.
Desarrollado por CAIC (Chengdu Aircraft Industry Corporation), ha convertido a China en el tercer país dotado con cazas furtivos de quinta generación, tras los mencionados Rusia y Estados Unidos.
Por «quinta generación», los expertos en aeronáutica definen aviones caza difíciles de detectar, capaces de vuelos a gran altura, potentes motores capaces de romper la barrera del sonido durante un tiempo muy prolongado y susceptibles de ser usados tanto como bombarderos como para el derribo de otros aviones.
La XI Feria Internacional de la Aviación de Zhuhai, principal del sector aéreo en el país, abrió hoy sus puertas con otros de los mayores avances chinos en el aire.
Expertos del sector, aficionados y posibles compradores de armamento -entre ellos representantes de fuerzas aéreas de todo el mundo- visitan desde hoy hasta el domingo esta feria civil y militar, en la que el plato fuerte fue el J-20.
Otro avión militar chino que debutó hoy públicamente fue el voluminoso Y-20, una aeronave de transporte militar capaz de trasladar hasta 200 toneladas, diseñado para llevar personal o carga a largas distancias e incluso en las condiciones más adversas.
El mastodóntico aparato despegó desde la misma pista que el J-20 y voló ante el público, en un día de intenso tráfico en los cielos de Zhuhai, ya que también hubo exhibiciones acrobáticas de pilotos militares de Rusia, Pakistán, China y Reino Unido (los míticos «Flechas Rojas», que nunca habían volado en este país).
También se estrenó en Zhuhai el caza chino J-10B, una remodelación del J-10 clásico utilizado precisamente en los vuelos acrobáticos de China, ahora mejorado con sistemas de radar más avanzados, sensores infrarrojos y capacidad para repostar en pleno vuelo.
El bombardero H-6K, y el avión de alerta temprana y control aerotransportado KJ-500 fueron otras estrellas de esta edición de la Feria, que incluye una sección de armamento terrestre con carros de combate, vehículos anfibios y otros armamentos fabricados por las firmas chinas China South y Norinco.
Fuente: agencias