El viernes pasado se cumplieron cinco años del terremoto de 9 grados de magnitud en la escala abierta de Richter y el posterior tsunami que provocaron la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil en 1986, y el trabajo para desmantelar la central se ha completado sólo en un 10 por ciento. El Ejecutivo nipón espera completar esta tarea con la ayuda de expertos y tecnologías de EE.UU. y Francia, consideradas potencias nucleares de primer orden, informó este domingo el diario económico Nikkei. El Departamento de Energía estadounidense y la Agencia Nacional de Investigación gala colaborarán con el Ministerio de Ciencia y Tecnología japonés para llevar a cabo las labores pendientes. Washington ayudará a Tokio a crear equipamiento y tecnología para hacerse cargo y deshacerse de los residuos radiactivos derivados de las labores de desmantelamiento, mientras que París cooperará con el país asiático para desarrollar tecnologías por control remoto que puedan resistir entornos con altos niveles de radiación. Japón ya envió varios robots al interior de dos de los tres reactores dañados durante el accidente, donde los niveles de radiación actuales impiden la entrada de un humano. Los dispositivos introducidos en el reactor 1, el peor parado, fueron abandonados tras resultar dañados por la radiactividad. Por otro lado, expertos de universidades, investigadores e ingenieros de los dos países estudiarán en materia de robótica, procesamiento de imagen y otras tecnologías para avanzar en el proceso. Japón seleccionará a las organizaciones candidatas y les ofrecerá asistencia durante más de tres años, según detalló el periódico. En los últimos cinco años, el Gobierno nipón y la compañía eléctrica propietaria de la planta -Tokyo Electric Power (TEPCO)- han lidiado con las toneladas de agua contaminada empleada para enfriar los reactores cuando el sismo y el tsunami los dejaron sin los generadores primarios y de emergencia, pero ahora tienen que seguir avanzando en los trabajos. La retirada de las barras de combustible fundido es el proceso más complejo dentro de las labores de desmantelamiento de la central, que llevarán de tres a cuatro décadas.
Japón, EEUU y Francia trabajarán para desmantelar la planta de Fukushima
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