En una reciente entrevista con Canal E, José Castillo destacó la importancia de comprender el actual ciclo de endeudamiento de Argentina, el cual no representa un nuevo comienzo, sino el desarrollo de un patrón que parece no tener fin. A pesar de la promesa del Gobierno de emitir deuda solo cuando el riesgo país disminuyera a niveles razonables, la realidad muestra que esa meta está lejos de cumplirse, con números que superan los 600 puntos básicos.

La necesidad urgente de financiamiento

El economista enfatizó que la reciente emisión de un bono para captar dólares a 2029, aunque enmarca la intención de recaudar más de USD 1.000 millones, presenta una tasa de interés extremadamente alta, cercana al 9%. Castillo lo califica de «costoso», lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de esta estrategia de financiamiento.

Un enfoque desesperado ante la crisis inminente

Castillo aclara que las decisiones recientes no provienen de una confianza renovada del mercado, sino de una necesidad apremiante. Con la llegada de enero a la vista, el país enfrenta obligaciones que se estiman entre USD 4.200 y USD 4.300 millones en efectivo o refinanciados, y hasta el momento, esos fondos no están garantizados. “No hay recursos disponibles”, afirmó, descartando cualquier posibilidad de respaldo inmediato por parte del FMI o del gobierno estadounidense.

Un endeudamiento vulnerable

Los bonos emitidos recientemente están regidos por la legislación local, lo que refleja una clara incapacidad para atraer financiamiento internacional. Castillo apuntó que estos instrumentos serán principalmente adquiridos por bancos locales debido a cambios normativos recientes. Esta dinámica transforma el endeudamiento en un proceso, según él, «mucho más frágil».

La situación es tan crítica que el lanzamiento del bono ha sido interpretado como una “medida desesperada”. Para Castillo, no se trata de una táctica de éxito financiero, sino más bien un intento inminente de cubrir parte de los pagos próximos, a expensas de postergar vencimientos. “Cuando se llega a este punto, no hay otra opción”, reflexionó.

El analista también criticó la falta de previsión del Gobierno, que tuvo un año completo para mejorar las reservas y no ha logrado concretar avances. La realidad actual posiciona a Argentina en un panorama riesgoso, con vencimientos que continúan presionando a la economía y a la capacidad de pago del Estado.