Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (Parlamento, de mayoría opositora), dijo este domingo que la detención que sufrió durante una media hora muestra el «desespero» del Gobierno de Nicolás Maduro.
«Están desesperados en Miraflores (sede del Ejecutivo), no saben quién da la orden», dijo el diputado de Voluntad Popular (VP) ante cientos de personas en un cabildo abierto celebrado en el estado Vargas, cercano a Caracas, de donde es natural.
Guaidó llegó a este acto dos horas más tarde de lo previsto pues cuando iba de camino fue interceptado por un grupo de agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que, usando armas largas y capuchas, lo «secuestró» por espacio de una media hora.
El ministro venezolano de Comunicación, Jorge Rodríguez, informó que este hecho fue un procedimiento irregular y unilateral por el que habían destituido a los agentes y se había abierto una investigación para establecer responsabilidades.
Guaidó dijo a periodistas que la versión oficial demuestra que Maduro «ya no controla las Fuerzas Armadas» lo que revela, agregó, el «grave problema» que vive la institución castrense.
«Me secuestraron, estuvimos en un carro (?) me pude zafar del secuestro porque hay gente que cree en Venezuela (?) trataron de ponerme unas esposas, no lo permití porque soy el presidente de la AN, porque represento a un poder legítimo», relató.
Los agentes le dijeron a Guaidó que estaban cumpliendo una «orden» pero que «no sabían que estaban haciendo» según contó el propio diputado.
Reiteró que la Cámara discutirá el martes un proyecto de decreto de amnistía para militares, a quienes la oposición les ha pedido el apoyo para «restablecer la democracia» en el país.
Guaidó pidió el viernes apoyo civil, militar y extranjero para asumir el mando del Gobierno en Venezuela en vista de la ilegitimidad que achaca la Cámara y buena parte de la comunidad internacional al jefe del Estado, Nicolás Maduro.
El mandatario juró el jueves su segundo mandato de seis años luego de haber obtenido la reelección en mayo pasado, en unos comicios señalados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) no reconocen como legítima la administración de Maduro.