El director del sitio de publicaciones filtradas WikiLeaks, Julian Assange, afirmó que el litigio que los fondos buitre mantienen con la Argentina “parece responder al deseo de Estados Unidos de sentar un precedente” para que sus empresas “puedan embargar activos de gobiernos extranjeros”, y alertó sobre el “programa de extraterritorialidad” norteamericano para “cumplir funciones típicamente de Estado en otros territorios”. En una entrevista publicada hoy por Página 12, Assange se preguntó “por qué el gobierno estadounidense apoya estas acciones, cuando al comienzo del juicio parecía que el Departamento de Estado quería relaciones tranquilas con la Argentina y no apoyaba a los fondos buitre, y ahora sí los apoya”. Assange, asilado desde hace dos años en la Embajada de Ecuador en Londres, especuló que la actitud norteamericana en el pleito por el canje de deuda se debe a “una decisión geopolítica que no le gustó” a Washington, en referencia a la negociación argentina con Irán por la causa AMIA. Tras juzgar que “las acciones adoptadas para hacer cumplir el fallo valen más que las declaraciones diplomáticas”, el fundador de WikiLeaks sostuvo que el conflicto con los fondos buitre trasciende a “un juez en particular”. “Si lo miras desde una perspectiva más amplia, en los últimos diez años Estados Unidos se ha embarcado en un programa de extraterritorialidad. En vez de invadir países a la fuerza, ha ido introduciendo la capacidad de cumplir funciones típicamente de Estado en otros territorios, combatiendo la inmunidad soberana, forzando tratados de policía corporativa, estableciendo que los otros países se vean obligados a extraditar ciudadanos a Estados Unidos cuando Estados Unidos quiera”, detalló. Para Assange, “la mitad de esas medidas se refieren a leyes criminales y la otra mitad a reclamos comerciales”, por lo que consideró que el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa en favor de los holdouts se inscribe en esta estrategia. “Me tocó vivirlo en carne propia. El fiscal federal que lleva la causa contra WikiLeaks, está basado en Alexandria, Virginia, que es una extensión del centro de poder que es Washington DC. Se trata del mismo fiscal que lleva la causa contra el neozelandés de Kim Dotcom y que imputó a personas de 69 países. O sea, su fiscalía es un centro de extraterritorialidad”, ejemplificó. “Nadie me acusa de haber hecho algo dentro de Estados Unidos. La única acusación es que publicamos documentos estadounidenses”, continuó Assange para subrayar que “esto significa que una empresa estadounidense o sus accionistas pueden llegar desde el otro extremo del mundo y ejercer un poder coercitivo para llevar a alguien a ser juzgado en Estados Unidos”. “Si alguien controla las leyes y a la policía de un determinado país, entonces controla a ese país. Por la manera en que los datos fluyen a través de Internet, todos estamos conectados jurisdiccionalmente a Estados Unidos porque usamos Google, que es una empresa estadounidense. Y en América latina más, ya que el 98 por ciento de las telecomunicaciones de la región pasan por Estados Unidos”, concluyó.
Julian Assange: Los fondos Buitres «quieren sentar un precedente para embargar activos extranjeros»
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