En una entrevista con Canal E, Julio Gambina destacó que la nueva reforma laboral responde a una antigua demanda del poder económico, que busca reducir el “costo laboral” en un periodo de incertidumbre económica.

Presión Empresarial en un Contexto Económico Difícil

Gambina resaltó la persistente presión de los sectores empresariales sobre la reforma laboral: «hay una larga búsqueda del poder económico por disminuir el costo laboral en tiempos de crisis«. Esta necesidad se ve exacerbada por la desaceleración económica y un panorama de recesión inminente, donde los inversores internacionales condicionan su participación a garantizar la rentabilidad.

Un Legado de Intentos Fallidos

El economista advirtió que el actual debate no es un fenómeno aislado; representa un desafío recurrente desde el retorno de la democracia. Recordó que «gobiernos desde Alfonsín han intentado implementar reformas laborales sin éxito«, citando ejemplos recientes de fracasos, como los de Mauricio Macri y las iniciativas actuales, incluyendo el decreto 70 y la Ley Bases.

Impacto Político y Resistencias Sindicales

El impacto de esta reforma va más allá de los muros del Congreso. Con la respuesta anticipada de sindicatos como ATE y CGT, se perfilan conflictos laborales significativos. Gambina advierte que diciembre se presenta como un mes complicado, con indicadores económicos adversos que afectan a pymes y trabajadores, en medio de cierres y un deterioro del empleo.

La Realidad Laboral: Irregularidad y Desprotección

Consultado sobre la necesidad de una reforma laboral, Gambina no titubea: «se requiere una reforma que garantice derechos a quienes carecen de ellos«. Con un 40%-45% de la fuerza laboral en la informalidad, la falta de cobertura social se traduce en un desfinanciamiento del sistema previsional, condenando a millones a la vulnerabilidad.

Un Enfoque Erróneo en el Debate Actual

Sin embargo, el camino sugerido por la reforma actual resulta contrario al bienestar laboral: «se busca despojar de derechos a los trabajadores protegidos por la normativa y convenios existentes«, lo que se interpreta en el ámbito gremial como una “contrarreforma”.

Causas de la Informalidad: Presiones en el Sector Productivo

El economista explica que tanto empleados como empleadores se ven empujados hacia la informalidad: «las circunstancias llevan a los trabajadores a aceptar condiciones irregulares, mientras que las pymes enfrentan presiones económicas sin alternativas viables«. Las pequeñas empresas ajustan costos, perjudicando a los trabajadores en un ciclo de precarización.

La Clave Está en Impulsar el Consumo y la Industria Local

Gambina señala que el verdadero desafío radica en reactivar un sector interno estancado. «La falta de ingresos suficientes impide la producción y el comercio«, remarcó, subrayando que la solución no transita por la eliminación de derechos, sino por políticas que avancen en fortalecer el consumo y la industria nacional.

Finalmente, el economista aclara que la reforma está avanzando con ímpetu porque «el Gobierno, al ser la primera minoría en el parlamento, se siente en condiciones de promoverla«, apoyado por el FMI y grandes inversores que exigen la liberalización de capitales y otros mecanismos complementarios.