Con un detallado trabajo de cámara y un amplio uso de la paleta de colores, el realizador italiano centró su nueva historia en un hotel spa de la ciudad suiza de Wiesen, cercana a la frontera con Austria y con el imponente paisaje de los Alpes, que ayuda a que la fotografía sobresalga en esta producción. «La película es una especie de homenaje a (el director italiano, Federico) Fellini. Es una linda película, mucho más para los amantes del cine», dijo Serrano a Télam, quien debió subir 15 kilos «porque el director quería a un Maradona bien gordo». Lo que Sorrentino buscaba para que interprete el ex actor de «Tumberos» va de acuerdo a lo que la película requiere, ya que muestra a un Maradona casi acabado, al que le cuesta respirar y caminar, pero que, sin embargo, mantiene la habilidad con sus piernas y, a su vez, se transforma en una imán de fanáticos. «Empecé a estudiar a Diego en 2007 y en ‘Tumberos’, el personaje que hacía era él. Pero en esta película, al verme ‘lookeado’, la imagen es increíble. Lo observé mucho. Traté de no imitarlo, sino de captar el espíritu», agregó Serrano, que hizo del padre del ex futbolista en «Maradona, la mano de Dios». Lo mismo sucede con el octogenario compositor Fred Ballinger (Michel Caine) y el director y guionista Mick Boyle (Harvey Keitel), quienes, a pesar de que uno está retirado y el otro se niega a hacerlo, ven cómo se les acerca el final de su vida, dejando atrás el éxito y el reconocimiento que cosecharon. Lejos de la nostalgia, «Juventud» trata la vejez como algo a lo que se llega casi sin querer, pero que, como una muestra de la negación a aceptarla, los personajes se retiran a la ampulosidad de un hotel que ninguno de ellos disfruta, pero que lo hacen «porque hace años» que van, como deja a entrever Ballinger. «Fue la primera vez que trabajé con un ganador de Oscar, y se desarrolló como una relación laboral normal. Eso sí, no hay comparación con respecto al dinero que se maneja acá. Todo se dio en medio de lujo, que demuestra pueden hacer lo que sueñan», comentó Serrano. El actor de 60 años, que destacó la cordialidad y el trato con el resto del elenco («pese a la barrera idiomática»), aseguró que la producción lo puso «en un lugar de privilegio». «Yo les fui muy útil y me cuidaron lo mejor que pudieron. La calidad de las cosas con las que trabajan es increíble», agregó Serrano, a la vez que comentó que gracias a este papel recibió ofertas de trabajo de Italia y España. «Me acercaron propuestas, pero todavía no se concretaron. De todas formas, yo elijo trabajar en en mi país, porque quiero apostar al talento local y porque creo que hay mucha calidad en Argentina», sostuvo. Como una continuación de «La Grande Bellezza», Sorrentino centra la historia en la decadencia de una clase dominante aristocrática, pero que pese a sus genialidades artísticas, son esclavos de la frivolidad de la crítica y el público. Así, Ballinger es llamado por la Reina de Inglaterra para interpretar una composición muy simple, en vez de otras con mayor calidad musical; o como el joven actor Jimmy Tree (Paul Dano), quien se frustra al ser reconocido por un interpretar a un robot y no otros papeles con mayor trabajo y profundidad. El director y guionista Boyle, un octogenario que filmó grandes éxitos, está encerrado en su pasado, rodeado de jóvenes escritores, todos atrapados por un final de guión que no le cierra a ninguno. Los problemas, para todos estos «exitosos», pasan por cuestiones del ser, casi filosóficas, con separaciones de parejas dramáticas y viajes relámpagos a ciudad y destinos exóticos, muy lejos del «ciudadano a pie» y del trabajador mismo del hotel. Sin embargo, a diferencia de la cinta que ganó el Oscar el año pasado como «Mejor película extranjera», en «Juventud», los diálogos son casi banales, sobresaliendo aquellos en los que las cuestiones filosóficas son dejadas de lado y se centran, por ejemplo, en la cantidad de veces que los ancianos orinaron durante día. Con una fuerte apuesta en l
«Juventud»: el film homenaje a Diego Maradona
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