Kicillof llegará en una tarde templada y mayormente nublada, resultado del choque de vientos de las corrientes desde el Pacífico y desde los Andes, y con una intensa actividad de seguridad en la ciudad debido a la realización de la Cumbre. El ministro será recibido en el aeropuerto por voluntarios de distintas universidades de Perú, que se encuentran ubicados en lugares estratégicos de la ciudad para asistir y orientar a transitar la ciudad a los 12.000 participantes al evento, entre funcionarios, periodistas, académicos y empresarios de los 188 países miembro del FMI, que arriban a participar de los Annual Meetings. El foro del G24 al que asistirá Kicillof apoya activamente a la Argentina en la iniciativa contra los fondos buitre, y formó comisiones de trabajo en el diseño de soluciones sustentables para las reestructuraciones de deuda de países. A las 18.30 hora local (20.30 hora argentina), será el turno para la preparación de la foto de familia del G20 y luego dará comienzo el cóctel de bienvenida a la cena de trabajo del foros de los países más desarrollados, que tendrá lugar entre las 19.30 y 21.30 hora local donde sólo Argentina y Brasil se encuentran incluidos entre los emergentes. Allí Kicillof se encontrará con la titular del FMI, Christine Lagarde, y no se descarta que mantenga bilaterales y encuentros con titulares de otros organismos internacionales. El ministro de Economía viajó acompañado por el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Agustín Simone, y presentará la posición argentina en política económica, en los distintos foros en los que participe. La baja en el precio de los commodities y el impacto en sus economías será un tema excluyente para los países en desarrollo. Kicillof salió ayer al cruce de los pronósticos del FMI revelados aquí en Lima sobre la Argentina, un modesto crecimiento de 0,4% para este año y una desaceleración que llevaría a una caída en el PBI de 0,7% el año próximo, y elevó las proyecciones de inflación a 25,6% para el año próximo. Como receta, el staff del Fondo recomienda las tradicionales de ajuste: «la eliminación de las distorsiones de precios y del tipo de cambio, junto con un ajuste fiscal y una política monetaria algo más restrictiva, elevarían la confianza del sector privado e impulsarían el crecimiento a mediano plazo en Argentina”. Ante este cuadro, el titular de la cartera económica argentina disparó que “los documentos del FMI son una verdadera vergüenza”, y agregó: “Tienden siempre a sobrestimar el crecimiento de los países centrales y a subestimar el de los países donde aplican las políticas que no son las de ellos, con la desgracia de que después le dan siempre mal los pronósticos”. El cuanto a los pronósticos mundiales, el FMI volvió a rebajar las estimaciones del crecimiento de la economía mundial a 3,1%, y donde anticipa una recesión en la región de América Latina de 0,3%, principalmente por la caída de Brasil.
Kicillof len Lima para participar de la cumbre FMI-Banco Mundial
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