El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó hoy que «el problema central de la deuda externa es que los buitres no quieren arreglar», y reiteró que estos fondos «lo que quieren es tirar abajo el canje» de deuda. En una conferencia en el aeroparque metropolitano, junto con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y antes de partir con destino a Brasil, Kicillof afirmó que «los fondos buitre no han querido aceptar ninguna oferta del gobierno» argentino. Kicillof advirtió que “también se está gestando un escenario para enero cuando termina (la vigencia) de la cláusula RUFO diciendo que va a ocurrir algo” y agregó que “no depende del gobierno sino de la actitud de los fondos buitre”. Explicó además: “hemos observado el comportamiento de los buitres: no han querido aceptar la oferta del Gobierno” que implica darle “un trescientos por ciento de ganancias”. Dijo que si se hubiera seguido lo que decía la oposición política, de pagar U$S 1600 millones en junio-julio hubiera desatado una catarata, que se desató después con los reclamos por U$S 10 mil millones de reclamos al juez (Thomas) Griesa y U$S 500 mil millones además de los bonistas del93% que si aceptaron el canje, dijo. El titular del Palacio de Hacienda dijo que el gobierno lo que hace es “defender ese extraordinario canje de deuda, con el 93% de aceptación, contra grupos minúsculos que más que intencionalidad financiero-económica tienen intencionalidad política; representan determinado tipo de intereses, quieren tirar abajo el canje”. Kicillof reiteró que la posición de la Argentina es dialogar, llegar a una solución “que involucre al ciento por ciento de los bonistas, con determinadas condiciones: condiciones justas, legales, sustentables”. Dijo que esta posición sobre el manejo de la deuda “es envidia de países del mundo” porque la Argentina “se ha desendeudado” y reiteró que del otro lado, de los fondos buitres, la vocación “no es negociar, no llegar a una situación de desahogo; la cuestión central es perjudicar a los países”, acotó. La instalación de cifras inexactas Por otra parte, en respuesta a una pregunta, Kicillof dijo que ha observado que “opinadores profesionales han tratado de instalar que la inflación en la Argentina es del 40%”. “He observado a consultoras, cuya metodología es una mezcla de mística, chantería y oscuridad, y ninguna de ellas da ese valor para incremento de precios”, señalando que hay “intencionalidad política”. Mencionó luego el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que da el Congreso que “es un mamarracho absoluto”. “Lo que vemos es un incremento salarial del 30%, a través de paritarias”, dijo y agregpo que en enero último “el gobierno reconoce que hubo un movimiento extraordinario en el IPCU y se fue regularizando; 1,5% es la última cifra y las consultoras menos rigurosas y malintencionadas, admiten esta tremenda desaceleración del 6 al 2%”.
Kicillof: «Los buitres no quieren arreglar»
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