Ganadería en la Mira: La Controversia del Impuesto al Metano Bovino
Un nuevo proyecto en la Legislatura de Buenos Aires propone establecer una Tasa Ambiental sobre el Metano Bovino, generando descontento en el sector ganadero. Ignacio Kovarsky, presidente de CARBAP, expone su visión en Canal E.
La reciente propuesta para gravar las emisiones de metano de los bovinos ha encendido un candente debate entre legisladores y productores del campo. Ignacio Kovarsky, presidente de CARBAP, ha calificado la iniciativa como «un proyecto con un marcado sesgo ideológico», cuestionando su fundamento científico y su viabilidad.
El Metano Bovino y su Rol en el Ciclo Ambiental
Kovarsky destaca que, a diferencia de otros gases industriales, el metano producido por la digestión de las vacas tiene una permanencia relativamente corta en la atmósfera, con una duración aproximada de 10 años. Este gas, a su vez, se descompone en dióxido de carbono y agua, elementos que las plantas utilizan para su crecimiento, contribuyendo así al ciclo natural.
“La ganadería extensiva en Argentina no es un problema ambiental; al contrario, es parte de la solución”, asegura Kovarsky, quien señala que estos sistemas de producción agrícola capturan más nitrógeno del que emiten, colaborando activamente con el medio ambiente.
Las Imperfecciones de la Propuesta
Kovarsky también criticó la falta de comprensión que rodea la medida, sugiriendo que la legisladora que impulsa el proyecto no tiene suficientes datos sobre el sector. «Es indignante que no sepa cuántos bovinos hay en Argentina», afirmó, poniendo en duda la calidad del análisis detrás de esta legislación.
En cuanto a las mediciones de emisiones de metano, explicó que estas se realizan a partir de la dieta de los animales, sin necesidad de intervenciones complicadas. “No existe una justificación técnica coherente para este impuesto”, subrayó.
Asimismo, las críticas se extienden hacia el uso que se dará a la recaudación. La propuesta destina los fondos a un fideicomiso para el tratamiento de residuos urbanos, pero Kovarsky manifiesta su desconfianza, citando la ineficacia del kirchnerismo para manejar fondos públicos de manera responsable.
