«Te amo y vamos a estar para siempre juntos, a pesar de la distancia, te amo, te amo, te amo y no sabés cuánto te extraño, siempre voy a estar orgullosa de vos y de ser tu hija porque todo lo que hacías, lo hacías con amor y por amor, hasta siempre», reza el mensaje de la joven por Instagram.
Juan Carlos Galli de 52 años, murió de un infarto en su casa de Villa Allende, cuando quiso echar de la vivienda a unos 600 chicos menores de edad, muchos de ellos alcoholizados, que participaban de una fiesta que había sido autorizada por el hombre a pedido de su hija de 13 años, pero que «se desbordó», ya que solamente preveía que iban a ir 50 personas.
Un vecino que conocía bien a la familia Galli dijo a Télam que la joven «le pidió al papá hacer la reunión inducida por el novio, y tras ser autorizada comenzó con una convocatoria a través de WhatsApp. Pero, en vez de ser una reunión para 50 personas, tal como le había comentado en principio, terminó siendo una fiesta de entre 500 y 600 jóvenes».
Contó que el padre «siempre estuvo en la casa y cuando vio que ya no eran 50, sino que eran muchos más, solicitó que cerraran el portón de la casona y que se fueran, pero algunos empezaron a saltar el pórtico, otros ingresaron por uno de los tejidos del cerco perimetral y el resto por otros huecos».
Alrededor de las 2, «ya no podían sacar a los chicos. Y éstos respondían que no se iban a ir y que iban a romper todo a patadas. Algunos estaban sacados y a esa hora, en medio de la locura, Juan Carlos Galli, sufrió un desvanecimiento y murió de un infarto», relató.