La carta de Nicolás Vázquez a su hermano Santiago
“‘Cuando las lágrimas caen por tu rostro, cuando pierdes algo que no puedes reemplazar, cuando amas a alguien, pero se va. Podría ser peor? Las luces te guiarán a casa y encenderán tus huesos. Y yo intentaré arreglarte’. ‘Fix you’ siempre fue tu canción favorita y una de las mías, porque en casi todo éramos iguales. Ahora que no estás, la entiendo más. Si vos sonreías, yo más. Si a vos te dolía, a mí también. Todo era juntos y sin parar de amar. No se está haciendo fácil hermano, ni lo será. Se me hace difícil no tenerte.
Gracias por tanto amor demostrado y aceptado. No hubo un sólo día que no nos dijéramos ‘Te amo’. Agradezco tu cuidado, consejos y amor. Nada será igual después de vos, pero de a poco tendré que aceptar y avanzar.
No te voy a defraudar hermano. Sos puro amor y se que estás, pero te vuelvo a repetir que no es fácil no verte, tocarte o escucharte. Te amo con el alma. Me duele todo cada vez que te extraño. Te lloro, te recuerdo y te amo cada día más. Fuiste mi orgullo, mi mejor amigo, mi debilidad, mi todo y ahora sos nuestro ‘ángel’.
Siempre te dije que eras puro y especial. Gracias por cuidar tanto a mamá, papá, Sole y familia. Gracias por amar tanto a mi mujer o mejor dicho a tu hermana, porque para vos, Gime, era eso. Ella también te ama. Gracias por unirnos, una vez mas, antes de volar. Gracias por ser tan incondicional como hermano y amigo. Guíame, hermano, dame la fuerza. Aca estoy para seguir sosteniendo esta familia que no te para de extrañar. Espalda con espalda, como siempre. Somos uno. Te amo para siempre, San”.