Por primera vez alguien ha hecho algunos números serios sobre la descabellada misión Mars One de llevar a cuatro astronautas a Marte en 2023 para no volver. Estudiantes de doctorado del MIT han analizado en un extenso informe de 35 páginas las dificultades tecnológicas, logísticas y de financiación a las que se enfrentaría la misión y, como era de esperar, las conclusiones no son esperanzadoras. Entre otras cosas, el informe apunta que los voluntarios se morirían de hambre al cabo de poco tiempo.
El informe lo han elaborado 5 estudiantes de doctorado del MIT en un intento por analizar en detalle la propuesta de Mars One: una misión de ida a Marte para establecer una colonia inicial de 4 astronautas que iría luego creciendo en el tiempo. Pero hay problemas.
Según el análisis, la idea de la misión de cultivar en Marte las plantas y alimentos para la tripulación es inviable. Primero porque el sistema de producción y almacenamiento de alimentos no sería suficiente para generar la cantidad de calorías que necesitarían ingerir cada día los astronautas. Simplemente se morirían de hambre. Segundo, porque la idea de cultivar plantas en el espacio tampoco funcionaría.
Las plantas (Mars One planea cultivar lechugas, tomates, trigo…) producen un excesivo nivel de oxígeno dentro de los habitáculos que acabaría siendo fatal para la vida de los astronautas. La tecnología para eliminar este exceso de oxígeno existe, pero aún no se ha probado en el espacio. Llevar los alimentos desde la Tierra sería más aconsejable, pero aumentaría el coste.
Este punto no es el único que cojea de todo el planteamiento. Otro de los grandes obstáculos sería cómo reemplazar partes que se estropeen de todo el sistema. Utilizando datos de frecuencia de reparación y mantenimiento de la ISS, el MIT ha calculado que el 62% de la carga inicial de la misión debería componerse de partes de repuesto en caso de que no existiera una misión de abastecimiento en los dos años siguientes.
El responsable de Mars One, Bas Lansdorp, ha rebatido las conclusiones, asegurando que son incorrectas, aunque sí ha reconocido que uno de los principales retos es el de las partes de repuesto. Sobre el coste de la misión, que el MIT calcula en 4.500 millones de dólares y el envío de 15 cohetes Falcon llenos de abastecimiento para establecer una colonia, Lansdorp no se ha pronunciado. Teniendo en cuenta que la iniciativa aún solo ha recaudado poco más de 630.000 dólares en donaciones (sin contar patrocinios y otras fuentes de ingresos), parece que será muy, muy complicado lograr que los números salgan.
Fuente: http://es.gizmodo.com/los-tripulantes-de-la-mision-mars-one-se-moririan-de-ha-1645599362