A pesar de que la información oficial en ese momento indicó que las cuotas serían de $147 por cada $1.000 con una tasa del 43%, los resúmenes comenzaron a llegar con importes que superan largamente ese monto por causa de la aplicación de impuestos y otros costos.
El BCRA dispuso en abril que los saldos impagos de tarjetas de crédito que vencían entre el 13 y el 30 de ese mes fueran refinanciados en forma automática en 9 cuotas iguales y con 3 meses de gracia, “pudiendo solamente devengar interés compensatorio, y ningún otro recargo”.
Mayo, junio y julio fueron los meses sin pagos.
En agosto, llegó el momento de pagar la primera de las 9 cuotas y para muchos, la ayuda no fue tal.
Según explicaron en el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), se registran casos en que por una deuda de $ 40.000 refinanciada se debe pagar $ 4.500 de cuota y $ 2800 de interés, incluyendo IVA sobre intereses.
Otro caso de una deuda de $ 82.000 generó una cuota de $ 9.100 e intereses por $ 5.800, lo que deja un total de $ 14.900 en el resumen.
Con respecto a la promesa de que se pagarían solamente $ 147 de cuota por cada $ 1.000 refinanciados, en el BCRA explicaron que ese monto anunciado “no incluía el IVA”.
“Si bien la tasa anunciada fue de 43%, el costo financiero total (CFT) cuando se agregan gastos administrativos, ronda entre 60% y 70% dependiendo el banco. El BCRA en su comunicación inicial dijo que se pagaban $147 por cada $1000. Y eso no sucedió. Si fuera así, sobre una cuota de $10.000 se pagaría solo $1470. Para la gente lo que les vino fue una sorpresa, porque los agarra en medio de una cuarentena que continúa con ingresos sin recuperar”, explicó Victoria Giarrizzo, directora del CERX.
La financiación se aplicó en forma automática y sin necesidad de solicitarla.
Aquellos que no pagaron la totalidad del resumen de abril, recibieron el plan de refinanciación y transitaron 3 meses sin pagos.
Ahora, en agosto, deben comenzar a pagar.
Con un agregado: la cuota se integra en forma total al pago mínimo.