Julio Rodríguez, profesor de educación física, ha llevado el olimpismo a las aulas de Córdoba desde 1997, implementando una exitosa iniciativa en la escuela Ejército de los Andes. Este innovador proyecto surge en un contexto de crisis escolar, donde la falta de matrícula llevó a la institución a cerrar el turno tarde, obligando a los docentes a buscar nuevas estrategias para atraer a los estudiantes.

Con una matrícula en descenso, la escuela se transformó en un pionero de la inclusión, adaptando sus instalaciones para recibir a alumnos con discapacidad. Sin embargo, Rodríguez se dio cuenta de que, a pesar de estas reformas, persistían los conflictos entre un alumnado diverso, que incluía migrantes y chicos de entornos vulnerables. “Pensé en cómo podíamos cambiar esta situación y descubrí que el movimiento olímpico era una clave”, sostiene el profesor.

Transformando Valores a Través del Olimpismo

Rodríguez decidió reevaluar los valores olímpicos y diseñó un enfoque práctico para enseñarlos en la escuela. Por ejemplo, el respeto se convirtió en escuchar activamente a los demás. “Si puedes repetir lo que alguien dijo con tus propias palabras, significa que has estado prestando atención”, explica. Esta metodología se extendió también a las familias y el personal docente.

Reinterpretación de la Excelencia y la Amistad

La “excelencia” fue redefinida, dejando atrás la idea de ser el mejor, y se estableció como la capacidad de “finalizar lo que se comienza”. Por otro lado, el valor de la “amistad” se centró en ser “amable con todos, en todo momento”, lo que ayudó a combatir el bullying y a crear un entorno donde se pudiera dialogar abiertamente.

Innovación y Educación Física

Para enriquecer aún más el programa, se incorporaron disciplinas deportivas adicionales como la gimnasia y el atletismo. Además, se introdujo el uso de la informática para estudiar videos de los Juegos Olímpicos, facilitando así la comprensión de los valores en acción.

Una Iniciativa que Trasciende Fronteras

En 2016, durante los Juegos Olímpicos de Río, Rodríguez invitó a consulados y embajadas a “apadrinar” grados de diferentes escuelas para llevar a cabo un evento deportivo, colaboración que fructificó con el apoyo del Comité Olímpico Argentino. “Fue una experiencia piloto impactante en el Estadio Kempes”, recuerda emocionado.

A medida que el proyecto creció, logró transformar la escuela, que pasó de ser una institución con dificultades de convivencia a un ejemplo de innovación educativa con múltiples proyectos. El Programa de Educación Olímpica de Córdoba, registrado por Rodríguez, ha visto a la escuela Ejército de los Andes recibir numerosos premios y reconocimientos, incluyendo su reciente incorporación a la red internacional de colegios Pierre de Coubertin.