El caso del hombre que apuñaló a una mujer en un conocida confitería de Caballito tuvo un nuevo giro después de que fuentes cercanas a la víctima negaran la primera versión que indicaba que ambos habían sido pareja. Si bien Alejandro Bajeneta conocía a Gabriela Parra desde hace 30 años, “nunca tuvieron una relación ni fueron novios”. Según trascendió, la mujer comenzó a ser acosada por su victimario hace tres meses luego de divorciarse de su ex marido. Al enterarse de la situación, Bajeneta se había contactado con Parra para cortejarla. La mujer aceptó reunirse con él, en un lugar público, para terminar con el acoso. Tras una discusión, el hombre la apuñaló e intentó escaparse del local saltando por la ventana. Al verse rodeado por la Policía quiso suicidarse con el arma homicida, por lo que fue trasladado a un hospital donde permanecía internado. Producto de varias amenazas recibidas anteriormente, la mujer aceptó encontrarse con él sólo si iba al lugar con otra persona de su entorno. Así, se presentó en el bar con un amigo, que quedó imposibilitado de ayudarla luego de que el hombre detenido lo atacara a sillazos en la cabeza, para luego emprenderla contra la víctima.
La historia de obsesión detrás del femicidio en Caballito
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