La inflación de diciembre fue de 2,6%, por lo que la suba de precios general de todo 2018 terminó siendo de 47,6%. Es la cifra más alta en los últimos 27 años, cuando el país salía de la hiperinflación e incluso superó al 2002, cuando el valor de los bienes saltó por efecto del fin de la convertibilidad.
El Indec difundió el último IPC del año, correspondiente a diciembre, que marcó una leve desaceleración respecto a noviembre, cuando había sido de 3,2%. La última corrida cambiaria que llevó al dólar a $40 provocó un salto de la inflación, que en septiembre trepó a 6,5%.
Desde ese momento, ayudado por una política monetaria más fuerte del Banco Central con tasas de interés altas que afectaron a la actividad económica, el ritmo mensual de la suba de precios comenzó a amainar, aunque aún está alejado del 2% por mes que requeriría el Gobierno para cumplir la proyección del Presupuesto, de 23%.
El resultado final de la inflación de 2018 terminó muy lejos de lo que proyectaba originalmente. El proyecto de Presupuesto 2018 marcaba como horizonte, una suba de precios de 10%, que fue fuertemente defendido por el Banco Central. Pero a fines de diciembre, en medio de estimaciones privadas cada vez más altas y con la intención de hacer bajar la tasa de interés, el Poder Ejecutivo determinó un reajuste de la meta hasta el 15%.