En el marco de la investigación, se sigue de cerca el presunto desperfecto de una válvula que debió evitar el ingreso de agua pero que no lo hizo. Está bajo estricta reserva cada detalle al respecto, sobre la descripción y ubicación de la misma.
Yáñez había manifestado estos días que es posible «llegar a la verdad» aunque el submarino nunca sea hallado. ¿Qué fue lo que podría haber pasado? La falla de esta válvula se produjo porque no estaba estanca, es decir, el disco que cierra sobre dos labios no lo hizo de forma correcta, según creen los investigadores.
Se siguen investigando los documentos entregados por la Armada que exponen el alarmante estado de la unidad. En ellos se pide el ingreso a dique seco de la misma para ser reparada.
En cuanto a los informes presentados al respecto, uno de la Inspección General de la Armada de 2016 informa sobre inconvenientes en las válvulas del submarino. Se investiga el posible mal funcionamiento de la válvula de retención en el snorkel (por donde ingresó agua) que se cierra cuando ingresa agua de mar.
Los submarinistas y extripulantes del ARA San Juan llegaron a la misma conclusión: el ingreso de agua se produjo porque el mecanismo estaba averiado y que si no estaba en condiciones se debió a la falta de reparación de la embarcación en los astilleros. Es decir, no estaba en condiciones.
Los técnicos llaman a las válvulas del snorkel como «interceptadoras». Explican que son dos, una externa y otra interna. ¿Cuál es su función? Son fundamentales para evitar el ingreso de agua. Y aseguran que sólo serán abiertas si las condiciones están dadas. También se habló de una tercera válvula, que se cierra en casos de emergencia creando un pozo a donde llega toda el agua que ingresa. Desde allí, toman aire los extractores de la batería, afirman.
¿Falló esta válvula? La investigación de la Justicia sigue esta pista y otras posibles circunstancias. Hasta se profundiza una falla que tuvo el ARA San Juan antes de zarpar de Ushuaia. ¿Por qué? Porque Yáñez cree que aquellos tripulantes que se bajaron antes del último viaje le restaron importancia a la avería presentada.
Al respeto, se declaró que la falla en el submarino (que postergó 24 horas el regreso hacia Mar del Plata) fue que una bobina de las baterías se quemó y debió ser reparada de forma manual, sin asistencia técnica. Así lo afirmaron los submarinistas Juan Gabriel Viana y Humberto René Vilte.
Sobre este punto, los familiares de los tripularon creen que ambos fueron «presionados» por la Armada para dar esta versión. Y la Justicia también tiene dudas con este punto.