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El año 2020 está siendo completamente atípico y el motivo que explica esta situación de incertidumbre es la pandemia del Covid-19, que ha acabado traduciéndose en un importante golpe económico en prácticamente todos los países del mundo.
Las empresas han tenido que adaptarse a una nueva realidad marcada por la imposibilidad de continuar con su actividad, al menos en el ámbito presencial. Se han decretado confinamientos en decenas de países que han sido más o menos intensos en función de la propagación del virus y la apuesta política de cada país.
Todo esto ha pillado a muchas empresas sin los deberes hechos, pero no es responsabilidad de ellas, pues prácticamente nadie podía intuir cómo iba a devenir este año.
No obstante, si bien es cierto que es imposible detectar con tiempo suficiente cómo puede afectar una pandemia a la economía mundial, lo que sí es indudable es que las empresas, junto con las administraciones públicas, deben poner todo de su parte para sostener con más garantías las oleadas que lleguen en el futuro hasta la aparición de una vacuna que sea efectiva.
En este sentido, la figura del consultor estratégico se plantea como un elemento clave para analizar todas las variables o los parámetros económicos queafectan a las empresas en su proceso de mejora de productividad y desempeño.
¿Qué labor ejecuta la figura del consultor académico?
Se anima a la digitalización empresarial desde muchos sectores, algo que es incuestionablemente una realidad. Ya los últimos años la transformación digital parecía la solución para continuar captando el interés de los usuarios, que han girado en sus hábitos de consumo.
Sin embargo, el Covid-19 ha acelerado de forma desmedida estos cambios, pues se han dado situaciones en las que la única posibilidad de supervivencia para una empresa, incluso para el crecimiento, ha sido promover esas actualizaciones digitales para fomentar el teletrabajo o el canal online de ventas.
Esta asesoría es la que puede prestar un consultor estratégico, que se adentra en cuestiones referidas a todo el universo empresarial: labores de marketing, crecimiento en las redes, asesoría financiera y gestión de crisis, reestructuración empresarial y gestión de recursos materiales y personales, entre otras.
Definir hacia dónde debe caminar la empresa como organización
La figura del consultor estratégico es la que permite dirigir hacia buen puerto la idea de crecimiento de cualquier empresa. Además, en algunos casos aporta también asesoría en situaciones de crisis.
Igor Ochoa, experto en reflotamiento de empresas de la consultora Dipcom Corporate, insiste en este fenómeno. Todas las empresas tienen una opción de sobrevivir a las crisis económicas sin tener que acudir para ello a la liquidación y el fin de la empresa como tal.
En cualquier caso, salir de una situación de este tipo obliga necesariamente a tomar decisiones que pueden afectar a la empresa como organización y que van a suponer sacrificios. La recompensa, que se obtiene a largo plazo, es la continuidad de la actividad económica si se han ejecutado los plazos a tiempo y se han tomado decisiones oportunas.
Un trabajo incansable para definir los objetivos de la empresa
La tarea de búsqueda de la posición que debe ocupar la empresa en el ecosistema empresarial implica también tomar como elemento central a los propios consumidores. Es fundamental conocer cuál es el segmento de clientes al que se van a dirigir los productos y servicios, saber cuáles son sus hábitos de compra y detectar qué está haciendo bien la competencia para introducir comportamientos similares pero propios de la empresa como organización.
Por tanto, la figura del consultor estratégico va más allá de analizar los posibles escenarios económicos a los que se enfrenta una empresa. Su trabajo incluye también un asesoramiento adecuado en disciplinas como el marketing digital, los servicios de atención al cliente y la propia gestión laboral.
Si el mercado en la actualidad está fomentando la introducción del teletrabajo, es tarea de la empresa promover estas fórmulas y que todo ello encaje en el ideario de la organización, para sacar partido a este fenómeno y convertirlo en una fortaleza.
Como resumen, la consultoría estratégica de empresas sirve para detectar comportamientos y acciones a realizar que se puedan convertir en fortalezas, y en esta amplia batería de recursos entran también todos aquellos destinados a solventar con más garantías los procesos de crisis económica.
