Ya lo dijo Rubén Blades: “La vida te da sorpresas”. Hasta ahora, más allá de los tatuajes, lo que hacían algunas personas, incluidas celebridades, para sobresalir era imitar a Pedro Navaja con su diente de oro. Por ejemplo, hace un tiempito que desde Juan del Pueblo hasta artistas y cantantes vienen “enjoyando” su dentadura de tres maneras: con dientes de oro permanentes, como los de Mike Tyson; con adornos dorados postizos, como Miley Cyrus, Rihanna, Madonna y Katey Perry; o con blin blin dental semipermanente. Para esto último, lo único que se requería era una visita al dentista para que, de manera no invasiva y completamente indolora, pegara adornos metálicos o de pedrería sobre la superficie esmaltada de los dientes.
Pero, como “alguien” siempre tiene que superar lo que otros han hecho, ahora la nueva locura es “enjoyarse” los ojos. Pero no hablamos de párpados, pestañas ni cejas, sino de pequeños adornos de platino que se incrustan en el globo ocular dizque para darle brillantez a la mirada.
Para brillar
Se supone que el pionero de esto en Estados Unidos es un tal Dr. Emil Chynn, cirujano y oftalmólogo de Park Avenue, en Nueva York, y quien hasta ahora se dedicaba, principalmente, a realizar cirugías de corrección visual por medio de láser.
Pero parece que el médico, deseoso de hacer algo más llamativo, recurrió al blin blin ocular. De hecho, recientemente, y ante las cámaras de un noticiero de su localidad, Chynn implantó una pequeña joya de platino en el ojo de una joven rusa de nombre Lucy Luckayanko. Y, aunque, en un principio, se reportó que el médico había utilizado sus implementos de láser para enjoyar la mirada de su primera paciente, en realidad, se valió de unas pequeñas tijeras para abrir un bolsillo en la conjuntiva (parte blanca del globo ocular) de uno de los ojos de la muchacha. Una vez hecho esto, deslizó un pequeño corazón de platino dentro del mismo. Según se reveló, como la incisión fue tan delicada y tan pequeña, no hizo falta ningún tipo de sutura y la chica salió de allí de lo más campante… luego de pagar $3,000.
Todo un “show”
Para asegurarse de que este procedimiento no pasara inadvertido, el doctor lo realizó frente a un ventanal de cristal que daba a la calle. Chynn aseguró que a la muchacha solo se le administró una Valium y un poco de gas de óxido nitroso (llamado “gas de la risa”).
La paciente –la primera para este tipo de procedimiento en Estados Unidos–, sostuvo no haber sentido nada y parecía encantada con darle un nuevo destello a su mirada. Por otro lado, Chynn informó que cuando se corrió la voz de lo que había hecho, por lo menos cuatro personas lo llamaron pidiendo información.
Busca celebridad
Tan satisfecho estaba el cirujano con su “hazaña”, que aseguró estar deseoso de que alguien de los medios, que fuera lo suficientemente atractivo, se interesara por el procedimiento, ya que a él le encantaría poder enjoyarle el ojo a algún artista en vivo, por televisión, para demostrar lo segura que era la técnica.
El diseño de estos implantes tiene patente holandesa. El Instituto para la Innovación de la Cirugía Ocular de Róterdam realizó los primeros 10 implantes y los publicó en 2003 en la revista Journal of Cataract & Refractive Surgery, en la que mostraba que la colocación de joyas de platino en el globo ocular no generaba ninguna complicación meses después. En inglés, el procedimiento es conocido como “SafeSight Eye Jewelry”.
No lo ven con buenos ojos
Por su parte, la Academia Americana de Oftalmología se mostró en total desacuerdo, advirtiendo a los consumidores para que no se sometieran a esta moda, que es más común en Europa, pero no está aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). “La Academia Americana de Oftalmología no ha identificado suficiente evidencia que respalde la seguridad o el valor terapéutico de este procedimiento”, dijeron en sus declaraciones.
Advirtieron que entre las complicaciones puede haber ceguera debido a infección o sangrado ocular, sangrado debajo de la superficie de la conjuntiva, perforación del globo ocular y conjuntivitis.
¿Y en Puerto Rico?
“Mi opinión, como profesional de la salud visual, es que no recomendaría a nadie, por ninguna razón, someterse a una cirugía ocular para fines meramente cosméticos y no para mejorar la visión. Primero, todos los procedimientos quirúrgicos conllevan un riesgo, ya sea de infección o complicaciones no esperadas. Segundo, considero que la visión es el don más preciado que tenemos y no lo pondría en riesgo por nada que no fuera necesario para mejorar la visión o salud ocular”, reaccionó el optómetra puertorriqueño Adalberto Rodríguez.
El galeno concluyó que entre las complicaciones que podrían ocurrir con esto del blin blin pa’ los ojos “están el riesgo de una infección ocular secundaria que podría terminar en la perforación del globo ocular, cicatrices y hasta pérdida de visión. Además, la conjuntiva es el tejido transparente sobre la parte blanca del ojo, que se llama la esclera. Este espacio entre la conjuntiva y la esclera es donde implantaría esta prenda y la misma podría moverse y causar inflamación, hemorragias subconjuntivales y, con el tiempo, hasta cicatrices”.
Rodríguez puntualizó que “otro punto que habría que estudiar es el efecto a largo plazo de estos implantes, ya que los mismos no han pasado por el cedazo del FDA”. Recalcó, asimismo, que, “definitivamente, en este momento, ni llevaría a cabo ese tipo de procedimiento, ni tampoco se lo recomendaría a nadie”.