“He recibido amenazas de muerte. Seguramente, el Estado Islámico va a detenerme (…) y a decapitarme. Pero conservaré mi dignidad. Mejor morir que vivir humillada por estos tipos», escribió hace unas semanas Ruqia Hassan Mohammed, una mujer de 30 años procedente de una familia kurda afincada en Raqqa, la capital del Estado Islámico (Isis) en Siria.
La premonición de la joven se cumplió hace apenas unos días, fue asesinada a manos de los yihadistas por informar en las redes sociales cómo era la vida en una localidad controlada por los terroristas.
A lo largo de todo 2015, bajo el seudónimo de Nissan Ibrahim, la joven siria publicó en Facebook una especie de diario contado desde el corazón del Estado Islámico. «Cada día, prohibido, prohibido, prohibido. Lo único que hacen es prohibir. Sigo esperando el día en que finalmente permitan algo”. «Hoy la policía (los hombres del ISIS) han llevado a cabo una oleada de arrestos arbitrarios. Dios mío, te lo suplico, líbranos de esta pesadilla y elimina a esta gente», escribió,
“Hoy una tunecina [una yihadista del ISIS] me ha llamado la atención a causa de mi atuendo. Yo la he ignorado y he seguido caminando. Me hubiera gustado tener una pistola para matarla. Quisiera acabar con estas humillaciones, con estos tipos que nos imponen su poder. Ya no soporto ser una ciudadana de segunda clase. Dios mío, ¡ayúdanos!”.
Día de bombardeo: «En el mercado, las personas chocan unas con otras. No porque sean demasiado numerosas, sino porque de repente han alzado sus miradas al cielo e, inconscientemente, han echado a correr. Dron en el cielo ahora mismo, explosión más tarde. Que Dios proteja a los civiles y… nos libre de los otros», escribió en su perfil de Facebook. El diario de Ruqia llamó la atención de diversos medios europeos que reprodujeron sus escritos.
Los amigos de Ruqia le decían que se arriesgaba demasiado con sus publicaciones en Facebook. Fue detenida en julio de 2015. Los yihadistas la acusaron “espionaje”, y en enero de 2016 la ejecutaron, según le confirmaron a sus familiares sin ninguna otra explicación y negándose a entregar su cuerpo.
Los mensajes enviados por Hassan, licenciada en Filosofía en Alepo, suponen actualmente un ejemplo de resistencia contra la ocupación yihadista de Raqqa, bastión de los miembros de ISIS. Los intensos bombardeos de franceses y rusos han cambiado la situación durante los últimos meses. En noviembre, los medios se hicieron eco de la huída de varios cabecillas de la organización terrorista hacia a Mosul, debido a la ofensiva impulsada sobre esa ciudad siria.
Fuente: http://www.laprensa.hn/mundo/930075-410/la-mujer-que-desafi%C3%B3-al-isis-en-su-propia-casa-y-muri%C3%B3