Jacqui Beck se quedó en shock cuando su ginecólogo le anunció que, gracias al síndrome Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), que afecta a 1 de cada 5000 mujeres en el Reino Unido, ella había nacido sin vagina.
Beck, quien había acudido al especialista porque le preocupaba no tener su periodo, se realizó unos exámenes, que claramente diagnosticaron el síndrome. Este es una condición genética en el que las mujeres nacen sin vagina, útero ni cérvix.
Por supuesto, la joven dejó el consultorio entre lágrimas, y le narró al Daily Mail que “No suponía que jamás podría concebir, estar embarazada o tener un periodo. Todas las cosas que imaginé hacer de repente, fueron borradas de mi futuro. Me sentí enojada porque ya no sería una mujer real jamás”, afirmó.
Los genitales externos de una mujer con este síndrome se ven normales, y sus ovarios funcionan perfectamente hasta la adolescencia, periodo en el que el MRKH es detectado.
Aunque el síndrome no tiene cura, hay muchas opciones de tratamiento disponibles para las mujeres que lo sufren. Procedimientos médicos como la dilatación pueden crear un canal vaginal que permite a las mujeres tener relaciones sexuales. Los ovarios pueden ser removidos y fertilizados para ser usados en madres de alquiler.
Asimismo, hay grupos de apoyo para estas mujeres, el cual les ayuda a eliminar la vergüenza y aislamiento de padecerlo.
Por ahora, Jacqui Beck está asimilando su condición, y piensa que esta le permitirá conocer al hombre indicado.