El objeto, cuyo tamaño es de 1,8 kilómetros de diámetro, pasará este viernes a unos 4 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Sin embargo, no habría por qué preocuparse, ya que no impactará contra la Tierra ya que pasará a unos 4 millones de kilómetros, esto es casi diez veces la distancia que media entre la Tierra y la Luna.
Pero la NASA clasificó el asteroide como «potencialmente peligroso», lo que significa que podría causar un daño enorme a nuestro planeta si eventualmente su órbita cambiara e impactara contra nuestro planeta, teniendo en cuenta que orbita alrededor del Sol y periódicamente pasa en relativa cercanía.
Los científicos de la NASA estiman que el asteroide viaja a aproximadamente 76.000 kilómetros por hora, es decir veinte veces más rápido que una bala, y es uno de los más de 29.000 objetos cercanos que la agencia espacial norteamericana rastrea cada año.
Lo que lo diferencia del resto de los objetos monitoreados es que más grande que el 99 restante, lo que representa un riesgo potencial ya que, en un hipotético impacto sobre la superficie terrestre, podría causar un evento catastrófico.