La OEA discute propuestas alternativas a la Carta Democrática para el diálogo

El debate continuaba este miércoles por la noche en Washington sin que se hubiera llegado a un acuerdo para emitir una declaración definitiva, mientras en Caracas se multiplicaron las críticas contra Almagro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y de la canciller, Delcy Rodríguez. La presidencia del Consejo Permanente bajo el mandato temporal de Argentina seguía debatiendo para lograr que los países miembros lleguen a un consenso para lograr que se unifiquen los dos proyectos de declaración presentados, uno por parte de Argentina y otro de Venezuela. Argentina, con el apoyo de varias naciones, considera que el diálogo entre el gobierno y la oposición es la mejor opción para una salida del conflicto venezolano y cree que la activación de la Carta Democrática en el ámbito de la OEA “no sirve necesariamente” para resolver los problemas de ese país. Esa postura argentina fue fijada en Buenos Aires por la canciller Susana Malcorra, al mismo tiempo que la cuestión venezolano era debatida con diferentes posturas en la Organización de Estados Americanos (OEA). Para Malcorra, ha habido “una inflación” en las expectativas de quienes creen que la activación de la Carta Democrática puede resolver los problemas de Venezuela. «Creemos que si hay una rendija de diálogo posible entre las partes, hay que aprovecharla», agregó en una conferencia de prensa en el Palacio San Martín. La intensas discusiones entre los 34 Estados miembro de la organización hemisférica fueran interrumpidos por dos cuartos intermedios. El primero fue llamado para atender un reclamo de Venezuela, que sostuvo que la reunión del Consejo Permanente debía ser convocada por Caracas y no por Argentina. Además, cuestionó que el país caribeño no había participado en las largas reuniones informales y que su proyecto de declaración tampoco circuló entre las representaciones. Al regreso de las deliberaciones, el debate se centró en la conveniencia de unificar las propuestas, ambas favorables a la apertura de un diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela, en sintonía con la gestión de buenos oficios iniciada por ex presidentes de España, Panamá y República Dominicana, promovida por la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). La reunión extraordinaria se llevó a cabo sin la presencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien recibió la reprobación de varios países del Caribe por la presentación de su informe este martes invocando la Carta Democrática Interamericana para Venezuela. En Caracas, Maduro convocó a los venezolanos a declararse en campaña permanente para derrotar la presunta «intervención imperialista» que amenaza la «independencia y soberanía» de su país. «Tenemos que estar en pie de lucha siempre, con la palabra, con la conciencia, con movilización en la calle; y si algún día que no debe llegar nos tocara tomar un fusil que la patria toda tome ese fusil y vayamos al frente a defender esta tierra sagrada de los Libertadores», dijo ante miles de jóvenes que marcharon en contra de la postura de Almagro. A su vez, la ministra venezolana de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, afirmó que Almagro actúa como «un agente imperial» y procura justificar una «intervención extranjera» en su país. Rodríguez sostuvo en una conferencia de prensa que Almagro está «invalidado» para invocar la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela, debido a que en ese país no se ha producido la ruptura del orden constitucional». «Señor Almagro, usted está incapacitado, está invalidado para actuar contra Venezuela», advirtió la canciller.