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jueves, noviembre 21, 2024
La Paradoja de Epicuro (también llamado El Problema Lógico del Mal)

La Paradoja de Epicuro (también llamado El Problema Lógico del Mal)

La Paradoja de Epicuro (también llamado El Problema Lógico del Mal), es un famoso argumento contra la existencia de un Dios o dioses todopoderosos y providenciales. Según como lo registró Lactancio en De Ira Dei:
«Dios quiere eliminar las cosas malas y no puede, o puede pero no quiere, o no quiere ni puede, o ambos quiere y puede. Si él quiere y no puede, entonces es débil, y esto no se aplica a Dios. Si puede pero no quiere, entonces es rencoroso, lo que es igualmente extraño a la naturaleza de Dios. Si no quiere ni puede, es débil y rencoroso, y por lo tanto no es un dios. Si él quiere y puede, ¿cuál es la única cosa apropiada para un dios, de dónde vienen las cosas malas? ¿O por qué no los elimina?»
Este tipo de argumento de trilema (Dios es omnipotente, Dios es bueno, pero el mal existe) fue uno de los favorecidos por los escépticos griegos antiguos, y este argumento puede haber sido atribuido erróneamente a Epicuro por Lactancio, quien, desde su perspectiva cristiana, consideraba a Epicuro como un ateo.
La Paradoja de Epicuro (también llamado El Problema Lógico del Mal)
El problema lógico (también llamado “argumento global”) del mal intenta demostrar la inconsistencia lógica entre la existencia de una entidad omnipotente, omnibenevolente y omnisciente con la existencia del mal, refutando así de manera concluyente el teísmo clásico. Se ha atribuido al filósofo griego Epicuro la formulación original del problema del mal, y este argumento puede esquematizarse como sigue:
• 1.- Si una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente existe, entonces el mal no existe.
• 2.- Hay maldad en el mundo.
• 3.- Por lo tanto una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente no existe.
Este argumento del tipo modus tollens es lógicamente válido y en consecuencia si las premisas son ciertas, la conclusión necesariamente también debe serlo. Sin embargo, no es claro exactamente cómo la existencia de una deidad todopoderosa y perfectamente buena garantiza la inexistencia de la maldad y de la tragedia. Esto es, no es claro si la primera premisa es cierta. Para mostrar que es plausible, las versiones posteriores tienden a desarrollarla, tal como el siguiente ejemplo moderno:
• 1.- Dios existe.
• 2.- Dios es omnipotente, omnisciente y omnibenevolente.
• 3.- Un ser omnibenevolente querría evitar todo los males.
• 4.- Un ser omnisciente conoce todas las formas en que el mal puede originarse, incluso sabe dónde y en quién se originará antes de originarse.
• 5-. Un ser omnipotente tiene el poder de prevenir que el mal se origine.
• 6.- Un ser que conoce cada forma en que el mal pueda originarse, es capaz de prevenir su existencia, y quiere hacerlo, prevendría la existencia del mal.
• 7.- Si existe un ser omnipotente, omnisciente y omnibenevolente, entonces la maldad no existe.
• 8.- El mal existe (contradicción lógica).
Se considera a ambos argumentos como dos formas del problema lógico del mal, que intenta mostrar que las proposiciones supuestas conducen a una contradicción lógica y por lo tanto no pueden ser todas correctas. El debate filosófico se ha centrado principalmente en la proposición de que Dios no puede existir con, o querría prevenir, el mal.
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