Fuentes de la policía griega dijeron que, poco después del mediodía, entre 50 y 100 refugiados abandonaron el campamento cercano a la norteña ciudad griega de Idomeni, se acercaron a la valla fronteriza y lanzaron piedras contra fuerzas antidisturbios de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM). Las fuentes dijeron que no tenían información acerca de si hubo heridos, pero agregaron que la calma fue restablecida unos minutos después, informó la agencia de noticias EFE. El portavoz del centro del gobierno griego para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, señaló que la situación se había tranquilizado y que en el lugar se encontraban fuerzas antidisturbios griegas para impedir nuevos incidentes. Según Kyritsis, esta vez se trató solo de unas 50 personas, todas ellas jóvenes. Los medios presentes en el campamento relataron que los refugiados se acercaron a la valla pidiendo a gritos la apertura de las fronteras. Poco antes de los enfrentamientos la policía griega detuvo a una persona en los alrededores del campamento de Idomeni que portaba un aerosol de gas pimienta, considerada un arma según la legislación griega. La de hoy es la segunda intervención de las fuerzas fronterizas macedonias contra migrantes y refugiados. Sin embargo, a diferencia del domingo pasado, cuando fueron más de medio millar las personas que se acercaron hasta la valla fronteriza, esta vez no solo fueron muchos menos sino que la respuesta policial fue menos contundente. El pasado domingo la policía macedonia no solo recurrió a gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, sino lanzó también pelotas de goma. La ONG Médicos sin Fronteras informó de que tuvo que atender a unas 300 personas, entre ellas algunos niños, en su mayoría por problemas respiratorios, pero también por el impacto de balas de goma. Siete refugiados tuvieron que ingresar en el hospital, si bien con heridas de menor consideración. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, calificó el lunes de «vergonzoso» el uso de estos métodos de represión. «Esto es una vergüenza para la civilización europea y para los países que quieren formar parte de esta civilización», afirmó Tsipras. Unos 50.000 refugiados quedaron atrapados en Grecia desde febrero pasado, cuando la decisión de Austria de cerrar sus fronteras fue imitada por sus vecinos del Sur y quedó así clausurada la ruta migratoria de los Balcanes, usada el año pasado por cientos de miles de migrantes o refugiados para llegar al norte de Europa. La mayoría de los incidentes en Idomeni se producen a causa de rumores que corren por el campamento asegurando que la frontera va a reabrir. El gobierno ha incrementado sus esfuerzos por identificar dentro del propio campamento la fuente de estas informaciones falsas, con el objetivo de impedir que lleguen a las redes sociales, donde, según reconoció ayer Kyritsis, son imposibles ya de parar. Mientras tanto, empieza a surtir efecto la campaña del gobierno para vaciar Idomeni, y medio millar abandonaron en las últimas 24 horas este campamento. Esta mañana quedaban allí 10.680 personas. Lo mismo ha ocurrido en el puerto del Pireo, donde esta mañana acampaban 3.805 personas, casi la misma cantidad que ayer, pero 700 menos que el lunes. De manera paralela, Grecia empezó ya a expulsar a migrantes a Turquía en aplicación de las primeras deportaciones contempladas en un acuerdo por el que la Unión Europea (UE) devolverá a suelo turco a todo inmigrante llegado a las islas griegas del Egeo manera irregular si no califica para recibir asilo. El polémico acuerdo, alcanzado el mes pasado, busca contener la peor crisis de refugiados que vive Europa en 70 años.
La policía macedonia reprimió a refugiados en la frontera con Grecia
Que opinas? Deja tu comentario