Leonela Ayala fue liberada en las primeras horas del lunes, aunque quedó imputada en la causa. Su pareja, Fabián González Rojas, seguirá detenido.
La tía de Sheila Ayala, que estaba detenida por el crimen de su sobrina de diez años en San Miguel, recuperó la libertad. Tras declarar ante el juez y complicar aún más a su pareja -Fabián González Rojas-, Leonela fue liberada en las primeras horas del lunes, según consignó TN. Este domingo venció el plazo máximo de detención para los dos acusados por el asesinato de la menor y el fiscal del caso, Gustavo Carracedo, no pidió la prisión preventiva para la tía, aunque sí lo mantendrá preso a González Rojas. Pese a quedar libre, Leonela Ayala seguirá imputada en la causa, aunque lo más probable es que sea acusada por un delito menor al de «homicidio agravado por alevosía», delito que le adjudican hasta ahora. En su caso fue clave la declaración indagatoria que realizó el jueves pasado, cuando Leonela empezó a desvincularse del crimen y demostró que el domingo que desapareció Sheila no estuvo en su casa entre las 12 del mediodía y las 18. Incluso presentó los informes de la tarjeta SUBE que fundamentan su coartada. La mujer contó además que ese domingo se fue a visitar a un familiar junto a sus hijos, después de haber mantenido una fuerte pelea con González Rojas. En su declaración, la tía de Sheila se quebró en más de una oportunidad y recordó un episodio, a principios de este año, en el que su pareja habría intentado abusar de la hija de 9 años que tienen en común. Con esta nueva declaración, la principal hipótesis apunta a que después de que Leonela se fue de su casa, González Rojas fue a buscar a Sheila, intentó violarla y la mató en uno de los departamentos del predio. En esa línea, lo que falta saber es si la tía ayudó a su pareja a ocultar el crimen. Ambos estaban detenidos desde el 18 de octubre, cuando el cuerpo de Sheila apareció tirado dentro de una bolsa de basura en una medianera lindera a su casa. La nena estaba desaparecida desde el domingo anterior, cuando se encontraba jugando en la puerta de su casa ubicada en el predio «Campo Tupasy».