Mientras el mundo se deleitaba con las alternativas de la final de la NFL, el jugador de los Colts de Indianápolis Edwin Jackson murió el domingo luego de ser golpeado por un conductor que presuntamente conducía ebrio.
El accidente ocurrió en el costado de la Interestatal 70 en Indianápolis, donde residía el jugador de los Colts.
Jackson, de 26 años de edad, y Jeffery Monroe, de 54, se detuvieron a lo largo de la I-70 cuando Monroe, que se cree conducía el auto como operador de viaje compartido, tuvo que bajar del auto para auxiliar a Jackson, que se sentía mal.
Allí, el conductor de una camioneta entró al carril de emergencia donde estaba el automóvil en el que viajaba Jackson y lo golpeó por la parte trasera.
Tanto Jackson como Monroe salieron despedidos del auto. Uno de los cuerpos quedó en el carril central de la I-70, de acuerdo a un comunicado de la Policía de Indiana.
El policía estatal Ty Mays, que se encontraba en el área, se acercó al lugar de los hechos al ver el accidente, y, en el proceso de desaceleración de su auto, golpeó el cuerpo de la víctima que estaba en el carril central.
Alex Cabrera Gonsales, de 37 años, fue arrestado después de intentar huir a pie. Gonsales conducía sin licencia y se cree que estaba intoxicado, según la Policía. «Nos rompe el corazón escuchar la noticia de la muerte de Edwin Jackson», declararon los Colts en un comunicado.
«Edwin era amado por todos en la organización de los Colts. Admiramos su personalidad extrovertida, su espíritu competitivo y su mentalidad trabajadora. Era muy respetado entre todos con quienes se cruzó y será extrañado en nuestro vestuario y en toda nuestra organización», agrega la misiva.
El dueño de los Colts, Jim Irsay, también publicó un comunicado a través de Twitter en el que dice «Nuestros corazones y oraciones están con la familia de Edwin Jackson. Increíble hombre, respetado y querido por todos. Descansa en Paz, Edwin».