Las 7 cosas que debes mantener en secreto

1. No divulgues tus actos caritativos

No hay nada más odioso que alguien que ‘presume haber sido generoso o haber desarrollado un acto de caridad, y mencionarlo incluso diciendo que no le importa que lo reconozcan.

Hacer algo bueno por alguien es extraordinario y sabemos que necesitamos más personas caritativas, pero no es necesario revelarlo, ni siquiera hace falta recibir a cambio una aprobación por parte de los demás, el acto en si ya debe ser suficiente.

2. No reveles tus proyectos

Nunca terminamos de saber a quién le estamos contando un proyecto para el futuro. Estos planes tan íntimos y tan tuyos son solo eso; tus planes.

Ninguna idea es perfecta y todo lo que planeas hacer o especificas puede ser víctima de críticas e incluso de sabotaje por parte de personas envidiosas que resienten no haber tenido una idea igual o que simplemente encuentran defectos donde no los hay. Espera hasta que tus proyectos estén finalizados para hablar sobre ellos.

3. No divulgues tus actos heroicos

Si tuviste una actitud valiente o hiciste un acto de heroísmo, no es necesario gritarlo a los cuatro vientos.

Diariamente hay muchos héroes anónimos, y también otros actos que son reconocidos públicamente, pero la mayoría permanece en el anonimato; el reconocimiento debe ser personal y debe usarse para la admiración propia y no para los demás.

4.  No divulgar intimidades

Algunas preguntas son muy personales, y es mejor dejarlo para la intimidad de uno mismo o la pareja, en ese caso. Tus problemas o vivencias con respecto a la vida íntima son cuestiones que debes reservar para ti y no tiene sentido revelarlas.

Lo primero que debes preguntarte es ¿qué consigo con revelar mis intimidades? ¿qué necesito demostrar o qué quiero provocar? si las respuestas señalan que nuestro ego es el único que recibirá estímulo, lo mejor es guardar silencio y dejar la intimidad para uno mismo.

5.  No divulgues tu conocimiento espiritual

No olvides que estamos hablando de preceptos de hombres sabios de la India que ubican la espiritualidad en un lugar muy elevado y de gran reconocimiento.

La espiritualidad es algo que debemos conservar para nosotros mismos porque se considera un tesoro que tiene que ver con la forma en que vemos el mundo y sabemos que no todos lo vemos igual.

Tus ideas, tus pensamientos, tu análisis de la vida y la espiritualidad pueden no ser compartidos por todos, por lo que es preferible mantener todo esto en uno mismo para evitar ser cuestionado en un aspecto tan profundo y personal, y del mismo modo, debemos ser humildes para no considerar que nuestra forma de ver la vida va a ser la que pueda cambiar la de los demás, cada uno tiene un camino que recorrer y ya lleva mucho trecho recorrido, y debemos respetar eso.

6. No divulgues tus problemas familiares

Está bien dicho que “cada hogar es un mundo“, y en cada mundo personal, todo lo que sucede allí debe permanecer.

Compartir los conflictos que existen en una casa, en una vida familiar o en la vida de una pareja puede parecer una forma de alivio, pero en muchos casos la reproducción de problemas personales con varias personas crea la imagen de que son más de lo que son y que cualquier problema que exista se magnifique o se distorsione.

Otros pueden no ver los problemas como realmente son y podrían hacer juicios de valor sin conocer el problema en profundidad, y esto no te conviene. Estos conflictos solo se pueden resolver dentro del hogar y mantenerlos para uno mismo ayuda a reforzar el vínculo que te une con los otros.

7. No divulgues todo lo que oyes

Permanentemente escuchamos las historias que otros nos cuentan o incluso las podemos escuchar sin querer. ¿Quién no ha sido testigo de los conflictos de una pareja o una conversación íntima en la que las personas que conversaban no notaron tu presencia?

Llevar a casa los problemas que hemos escuchado de otros o comentar negativamente a otras personas es un desperdicio de energía que podemos utilizar para generar algo positivo para nosotros mismos. Volver a casa con una carga negativa no genera nada bueno.

Es importante tener en cuenta que la identidad personal se forja estableciendo líneas de protección y que la energía que usamos para externar algo negativo o compartir algo vacío, es preferible usarla para elaborar algo constructivo en nosotros mismos.