Las barritas Kinder podrían ser cancerígenas
Un informe de Foodwatch, una organización de defensa de los derechos del consumidor y la calidad alimentaria integrada por Alemania, Francia y Holanda, advirtió que tres reconocidos chocolates podrían contener agentes cancerígenos ya que sus envases presentaron niveles «peligrosos» de hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales (MOAH). Desde la Federación Alemana de la Industria de Golosinas aseguraron que «no existe ninguna razón para retirar los productos del mercado» porque los aceites potencialmente cancerígenos están en el envoltorio y no en el chocolate en sí mismo.
La agencia alemana de seguridad alimentaria, Foodwatch, integrada por tres países europeos -Alemania, Francia y Holanda-, publicó una investigación en la que alerta sobre tres marcas de chocolates que contienen, en algunos de sus productos, sustancias que son posibles agentes cancerígenos. Se trata de las barritas de chocolate Kinder de la marca italiana Ferrero, Fioretto Nougat Minis de la firma suiza Lindt y Sun Rice Classic Schokohappen, de la alemana Rübezahl.
Foodwatch exigió a estas marcas retirar sus chocaletes del mercado, según el portal The Local. Fue tras realizar pruebas en 20 productos diferentes y detectar que tres de ellos contenían niveles «peligrosos» de hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales (MOAH, por sus siglas en inglés), considerados posibles agentes cancerígenos.
Según el representante de Foodwatch, Johannes Heeg, los fabricantes son «culpables de negligencia grave» pero «en vez de retirar los chocolates peligrosos del mercado y alertar a los consumidores» sugieren que «todo ha sido hecho de forma legal». La organización «recomienda no comprar estos productos, ya que los niveles [de los MOAH] son inaceptables para el consumo».
En tanto, el jefe de la Asociación Alemana de la Industria de la Confitería, Torben Erbrath, señaló al portal que los elementos químicos fueron encontrados en los envoltorios, lo que es «resultado del uso de papel reciclado».
Una ley contra los MOAH en la alimentación fue puesta sobre la mesa en Alemania hace años pero, según Heeg, «existen poderosos grupos de presión que convencen a los políticos de anteponer los intereses del negocio a los del consumidor».
El organismo denunciante critica también a la Federación Alemana de la Industria de Golosinas (BDSI, por su sigla en alemán), asociación a la que Ferrero, Lindt y Rübezahl pertenecen. Las empresas productoras de los chocolates que están en la mira han comunicado oficialmente que el consumo de chocolate contaminado con aceites minerales aromáticos es «inofensivo». Sin embargo, de acuerdo con la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), los hidrocarburos aromáticos en los alimentos tienen efectos altamente mutagénicos, independientemente de la cantidad que se ingiera.
Por otra parte, el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR) también consideró que debido al potencial efecto cancerígeno ningún alimento ni sus envoltorios deberían presentar rastros de aceites minerales en ninguna medida.
Los resultados de las pruebas también descubrieron que, además de las sustancias cancerígenas, los productos contenían numerosos aceites minerales saturados (MOSH, en inglés). Diversas investigaciones indican que estos aceites pueden acumularse en el cuerpo y producir a largo plazo graves daños en los órganos humanos, especialmente en niños. Por lo tanto, Foodwatch insta a que se establezcan «límites estrictos para los aceites saturados minerales (MOSH)» en los alimentos y que existe una «tolerancia cero para los aceites minerales aromáticos en cualquier medida».
Las «barritas Kinder», una de las golosinas más comercializadas en todo el mundo, fueron el dulce con peores resultados. El producto de Ferrero obtuvo los niveles más altos tanto en la prueba de aceites minerales saturados (MOSH), así como en los valores de los aceites minerales aromáticos (MOAH).
A pesar de la denuncia, desde la BDSI, asociación que nuclea a todos los productores de dulces en Alemania, aseguraron que «no existe ninguna razón para que la población entre en pánico ni motivo suficiente como para retirar los productos del mercado» y basan su defensa en el hecho de que los aceites están presentes en el envoltorio y no en el chocolate en sí mismo.