«Pones canciones tristes para sentirte mejor», recita Adiós, canción de Gustavo Cerati. Aunque esta frase parece contradictora, no lo es. Está científicamente comprobado que escuchar canciones tristes te hace feliz.
David Huron, profesor de la Escuela de Música de la Universidad de Ohio, sostiene que la música triste evoca una liberación de prolactina en el cerebro del oyente. “La prolactina es una sustancia química que se utiliza para ayudar a frenar el dolor y también es liberada mientras comemos, cuando las mujeres ovulan o amamantan y durante el sexo”, informar el portal Elmeme.com.
La música alegre, en cambio, no produce ningún efecto para modificar los estados de ánimo.
Fuente: http://vos.lavoz.com.ar/mira/cerati-tenia-razon-esta-cientificamente-comprobado-que-las-canciones-tristes-te-hacen-feliz