Los empresarios desestimaron la rebaja exigida por el Gobierno. «El 60% de los vehículos que se patentaron son de industria brasilera, es decir que el precio lo tendría que bajar Brasil», advirtió el directivo Rubén Beato
El titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), Rubén Beato, rechazó el pedido de bajar los precios de los autos que hicieron los ministros de Economía y de Industria, Axel Kicillof y Débora Giorgi.
«El 60% de los autos que se patentaron en la Argentina son de industria brasilera, es decir que el precio lo tendría que bajar Brasil», dijo Beato ante el reclamo de una reducción de los valores de las unidades superior al 10 por ciento. Kicillof y Giorgi habían prometido mecanismos de financiación que permitan reactivar las ventas a cambio de un ajuste.
En declaraciones radiales, Beato evaluó: «La Argentina, estando bien, puede tener un mercado de 700 mil unidades. Este año vamos a estar un 20% abajo». Además, consideró que reducir las concesionarias premium, ya que esa alta gama de vehículos estaba «barata». «El año pasado se vendieron 100 mil unidades de autos premium, esto lo produjo el retraso del dólar. Hay que achicar el promedio de importados», planteó.
«Sobredimensionamos la producción para 1.000.000 de unidades anuales y por eso tenemos exceso de personal y de metros cuadrados, y tenemos que adecuarlo», declaró el directivo, quien estimó que para estimular el consumo de vehículos era preciso volver a financiaciones a «tasas normales».
De acuerdo con lo trascendido tras la reunión del Gobierno con las terminales, desde la Casa Rosada descartaron modificar el impuesto a los autos de alta gama, por considerar que ese tributo solamente incide en un 4 por ciento del mercado. Se trata de una política que ha sido muy cuestionada por dirigentes opositores y gremiales, por su impacto negativo que habría tenido en las ventas desde su implementación.
Mientras tanto, se prevé que el miércoles próximo se firmaría un acuerdo automotriz con Brasil, una pieza clave del engranaje que ayudaría a superar la crisis que atraviesa el mercado local.
El convenio comercial establecería normas transitorias hasta junio del año próximo, y un protocolo de cinco años que regirá entre junio de 2015 y el 2020, lo que le dará previsibilidad a la producción en las plantas fabriles.
Fuente > infobae.com