En las grabaciones se oye decir que la Municipalidad no quería «romper el negocio, sino ordenarlo».
Martín me los mandó a todos», señalaba en la comunicación telefónica, donde se jactaba ante su madre de su poder en la feria. «Fueron a ver cómo ordenar. Están apurados, están con eso a full y que yo sea el encargado. Que yo sea el mentor del orden. El jefe de Tránsito, todos estaban, vinieron conmigo», insistía Adrián.
Castillo alardeaba, también, de lograr que los políticos anduvieran tranquilos por el lugar. «La primera vez que podemos caminar por La Salada sin problemas», le contaba a su madre que le había dicho el funcionario, al tiempo que le daba detalles de las conversaciones que tuvieron esa mañana para «ordenar» la feria.
Según el sobrino de Jorge Castillo, el arreglo sería que la municipalidad aportaría policías municipales y a cambio ellos pagarían «una tasa municipal». «Si te cobra $20 por puesto y te da toda la seguridad, se te abaratan los costos en otra cosa», admitía en el llamado.
Las escuchas dadas a conocer ayer por Telenoche, revelan, además, las diferencias entre Jorge Castillo y la familia de su sobrino.
La bronca de Adrián con su tío se reflejaba en las escuchas cuando le decía a su madre que le había mostrado al funcionario local todos los puestos ilegales que manejaba Jorge.
«Ves que tipo malo y mentiroso es, te das cuenta que no se le puede abrir el juego a nada a ese tipo», dijo Adrián que le había dicho «el segundo de Insaurralde».
En diálogo con Clarín, desde el municipio desmintieron cualquier contacto con la feria ilegal y aseguraron que jamás se conversó sobre cobrar una tasa municipal. Es más, advirtieron que harán una presentación judicial para aclarar la situación y demostrar ante la ley que «Insaurralde no tiene nada que ver con esto».