La causa por la muerte de la periodista y ex legisladora porteña Débora Pérez Volpín fue elevada a juicio oral la semana pasada con el endoscopista, Diego Bialolenker, y la anestesista, Nélida Inés Puente, como los dos principales acusados del hecho. Si bien los dos se encuentran procesados por homicidio culposo, todavía resta un capítulo de la investigación que podría abrirse en el Tribunal Oral que salga sorteado: el presunto intento de encubrimiento del sanatorio La Trinidad.
Desde que comenzó el proceso judicial, la querella (los hijos y la pareja de la periodista) representaba por el abogado Diego Pirota comenzaron a recolectar pruebas sobre el accionar del nosocomio para buscar influir no sólo en el testimonio de las personas involucradas en la endoscopia.
Pirota contó que antes de prestar declaración ante el juez de la causa, Carlos Bruniard, y la fiscal, Nancy Olivery, cada uno de los testigos que participaron del procedimiento fue citado a una reunión a solas con el director de la Trinidad, Eduardo Cavallo. «Luego venían a declarar muy temerosos», explicó el abogado a BigBang. El motivo de la charla habría sido para discutir detalles de la causa.
Otra de las cuestiones sobre las que se basará dicha denuncia es que no hay certezas de que el endoscopio que presentó la institución sea efectivamente el que se utilizó para el estudio que terminó por costarle la vida a Pérez Volpín. Es que el que la Justicia había secuestrado en un primer momento podría no ser el que efectivamente se utilizó para el procedimiento.
Un dato no menor en toda la trama fue la labor del primer magistrado que tuvo la causa, Gabriel Ghirlanda, que en abril fue apartado como consecuencia de las denuncias por un presunto vínculo con las autoridades de Galeno, la prepaga que es propietaria del sanatorio. En la instrucción de la causa, durante su conducción, la Trinidad participó de todos los procedimientos que ordenó.
El tercer punto son las dudas sobre la información, que a pedido de la fiscal, aportó la clínica. Cabe recordar que en un principio se negaron los pedidos de allanamiento por parte de la querella para obtener información sobre cómo se desarrolló la endoscopia que le causó la muerte a la periodista. Cuando finalmente se allanó el sanatorio se constató de que no había imágenes, ni vídeos de la endoscopia.
Asimismo, Pirota relató que la presentación de la denuncia por encubrimiento dependerá de lo que decida hacer la familia de la periodista. Pérez Volpin falleció el seis de febrero de este año a pocos meses de haber asumido su banca en la Legislatura porteña.