Un matrimonio y sus cuatro hijos fueron víctimas de un violento asalto en su casa de la localidad bonaerense de Ezpeleta donde los ladrones amenazaron con matar a un nene de dos años apoyándole un arma en el pecho para que los padres entregaran el dinero que tenían guardado para ampliar la vivienda. La familia ya había sufrido robos en febrero, a fines de marzo, en julio y hace aproximadamente 10 días, sin embargo, el vivido en las últimas horas fue mucho más violento que los anteriores. Los seis integrantes de la familia descansaban plácidamente en su casa ubicada en las calles Florida y Casares Ocampo, cuando alrededor de las 6:00 el estruendo de los delincuentes derribando la puerta los sobresalto. Rápidamente dos sujetos ingresaron a la habitación y los arrinconaron contra la cama. luego, fueron a buscar a los dos hijos mayores y los reunieron a todos en la habitación matrimonial. Frente a los niños, la violencia de los malvivientes fue extrema. «Mi marido estaba sacado, se quería pelear con los ladrones. Le gatillaron y la bala no salió. Lo tiraron al piso y le destrozaron la cabeza a culatazos. También le cortaron el cuello para que no se moviera más», explicó al Diario Popular Silvia Pérez. Los golpes y las agresiones parecían no doblegar al padre, entonces los asaltantes fueron mas allá. «El que tenía el arma le apoyo el caño sobre el pecho a mi hijo más chico y dijo: ‘dame la plata o te lo quemo al nene’.». Ahí fui a buscar el dinero que habíamos ahorrado para construir una habitación nueva. Nosotros tenemos una pequeña y humilde casa, mi marido es albañil y se mata laburando para que tengamos un hogar digno», agregó la mujer. Le llevó unas cuantas horas recuperarse de los golpes brutales que recibió, pero apenas pudo se dirigió hasta la Comisaría 9na. de Quilmes para radicar la correspondiente denuncia. Allí, el padre de familia relató los hechos que vivieron y les dejó a los policías un dato interesante para la investigación y posible identificación de los delincuentes. «Un vecino se dio cuenta de que nos estaban robando, por lo que empezó a gritar nuestros nombres desde la medianera. En ese momento, los ladrones se asustaron y tuvieron que huir, pero uno de ellos se olvidó de agarrar una mochila, en la que tenía una gorra, un chaleco de Policía y precintos», manifestó Pérez. «Cuando mi marido hizo la denuncia, les avisó que los ladrones se habían olvidado la mochila. Pasaron siete días y nunca vinieron a buscarla, no se preocupan por investigar lo que pasó», agregó.
Le apoyaron arma en el pecho a nene de 2 años durante un robo
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