La Justicia dispuso anoche liberar a la mujer que pegó bengalas al cuerpo de su hijo menor para esconderlas y entrarlas a la cancha de River cuando la final de la Copa Libertadores aún no había atravesado la primera de suspensiones. Pese a esta medida, permanece imputada. Su abogado, Carlos Broitman, habló en Buen Martes,
El caso cobró notoriedad luego de que se viralizara en redes sociales el video en el que se ve a la mujer mientras adhería los dispositivos pirotécnicos al abdomen del menor, de 9 años. Ante esos hechos, la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 6 de la Ciudad actuó de oficio. Para su abogado, la mujer detenida «no puso en riesgo la salud de su hijo ni la de terceros» con las bengalas. “Lo que se ve en el video son cascos de bengala, sin capacidad de hacer daño ni prenderse fuego”, dijo este lunes el abogado de la imputada, Carlos Broitman. La mujer había sido detenida este domingo por determinación de la jueza María Julia Correa, a cargo del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°28: era, hasta anoche, la única persona que continuaba privada de su libertad en el contexto de la tan anunciada -y malograda- Superfinal entre River y Boca, cuyo partido de vuelta aún no tiene fecha. Es más, no está resuelto si se jugará. La detención de la mujer se produjo luego de una investigación de la que participaron la fiscalía N°6, encabezada por Adriana Bellavigna, y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Ciudad (CIJ): el objetivo era dar con la identidad de la mujer que se veía en el video. La mujer, hasta la última hora del lunes, prestaba declaración indagatoria ante la fiscal, que la imputó por poner en riesgo la vida del menor, bajo lo estipulado en los artículos 106 y 107 del Código Penal. Esos artículos establecen penas para “el que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado”. Según la gravedad del caso, se prevén penas de entre 2 y 15 años de prisión, y si el delito lo cometiera un padre contra su hijo -como en este caso- esto sería un agravante. “Son una familia de clase media a media baja, sin ningún tipo de antecedentes de este tipo. Les gusta el fútbol y son fanáticos de River, pero no son de Los Borrachos del Tablón”, señaló el letrado en referencia a los barrabravas del club de Núñez. Había fuertes sospechas de que, aunque no pertenece a la barra, la mujer sí tiene contactos cercanos con miembros de líneas secundarias de Los Borrachos, a uno de cuyos jefes le encontraron este viernes, en su casa, 300 entradas oficiales y siete millones de pesos. (Clarín)